Un espacio de reflexión social, política, económica y cultural, en la búsqueda de la Patria Grande
Este blog es parte del blog "MIRANDO HACIA ADENTRO" (http://adriancorbella.blogspot.com.ar/)
Arriba : El Shincal, en Catamarca, fue la capital meridional del Imperio Inca.
Se encuentra a 1300 metros de altura, a 280 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca. Fue la capital meridional del Imperio Inca, a mediados del siglo XV. Lo pondrán en valor para su estudio y los visitantes.
A unos 280 kilómetros al noroeste de San Fernando del Valle de
Catamarca, surgen entre los cerros pardos bañados por el sol las ruinas
de El Shincal. "La Cuzco de Argentina", la definen las autoridades que
hoy lanzarán en el Museo Nacional de Bellas Artes su puesta en valor,
coordinada en conjunto entre la Gobernación de Catamarca, el CONICET, el
Ministerio de Turismo y el de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva.
Por su ubicación estratégica y su imponente arquitectura –señalaron–,
se trató de la capital meridional del Imperio Inca. "Es uno de los
primeros centros incaicos de toda Latinoamérica, de mitad del siglo XV.
Lo que pasa es que estaba oculto, se descubrió hace relativamente poco,
en un valle rodeado de montañas. Hoy ves los vestigios de esa
civilización y te impresiona, te da sensación de que estás rodeado de
vida, notás un centro enérgico importante", comentó a Tiempo Argentino
la directora de la Casa de Catamarca, Yanina Martínez.
El Shincal de Quimivíl se encuentra en el departamento de Belén, al
extremo meridional del valle de Hualfín, a menos de 10 kilómetros de la
localidad de Londres y a unos 1300 metros de altura, entre el río
Quimivíl y el río Hondo. Estuvo habitado durante casi un siglo, hasta
aproximadamente 1536, con un trazado urbano similar al de Cuzco, como
capital provincial y de rol estratégico en el camino del Inca entre el
norte y la zona de Mendoza. Hasta 1981 estuvo tapado por los arbustos
"shinki", casi olvidado, hasta que el doctor de la Universidad de La
Plata, Rodolfo Raffino, dio con él y retomó los estudios del lugar, en
1978. Aún hoy sigue trabajando con su equipo de arqueólogos en el lugar y
supervisando el avance de las investigaciones y los hallazgos que
siguen reproduciéndose. La puesta en valor del sitio se realizará bajo
las normas y la información de Raffino, también miembro del CONICET.
Según detalló a este diario, parte de sus investigaciones fueron
financiadas por subsidios de la National Geographic Society, otorgados
en 1984, 1991 y 2001.
"Es el sitio arqueológico, desde el punto de vista incaico, más
importante de la Argentina. Es una pequeña reproducción a escala más
chica de lo que sería Machu Picchu, y está en permanente crecimiento",
destacó a Tiempo el licenciado en museología, Carlos Fernández Balboa,
que trabaja junto a Raffino y su equipo multidisciplinario en la puesta
en valor del sitio y el montaje del museo. En estos años las doctoras
Aylen Capparelli y Verónica Lema también elaboraron un herbario de la
zona, para conocer las plantas utilizadas por los Incas, identificando
una veintena de especies, algunas de ellas medicinales, con sus
diferentes funciones en la comunidad, y reconocieron procesamientos
posteriores a la cosecha en el uso prehispánico de algunos de sus
recursos alimenticios, como el maíz y el algarrobo.
"El sitio permite comprender el desarrollo del mundo incaico en la
Argentina, y cómo su camino tiene un lugar paradigmático dentro de
nuestro país, para poder mostrárselo al turismo y poder hacer
investigaciones que permitan entender un poco mejor cómo era el imperio
incaico que llegó a nuestro país. Uno quizás lo vincula más a Perú o a
otros lugares, pero difícilmente imagina que ese sitio puede estar en la
Argentina. Es el país que no miramos", agregó Balboa.
Tras 12 años de trabajos, el grupo de arqueólogos pudo determinar el
"ushnu", que los incas colocaban en las plazas de las principales
ciudades que construían: un altar donde presidían las ceremonias más
trascendentes del calendario ritual. Es de los más grandes de la parte
sur. También dieron con las "kallankas", grandes construcciones que
podían utilizarse como viviendas comunales, refugio de guerreros y
peregrinos o fábricas de elementos textiles. En una de ellas, que
perteneció a estamentos altos de la sociedad, hallaron restos de maíz y
de carne de camélidos, a diferencia de otra habitada por clases
inferiores, probablemente albañiles, en la que los restos daban cuenta
de una dieta compuesta por animales de caza.
Los dos cerros de veintena de metros que la circundan eran usados
como altares ceremoniales y rituales agrícolas, a los que se llegaba a
través de escalinatas de piedra. Los solsticios de invierno y verano,
asociados a la siembra y la cosecha, eran las principales festividades.
La calidad de los 100 edificios, el espacio para las reuniones masivas,
los numerosos galpones de almacenes, la diagramación de la urbe de unas
21 hectáreas con la plaza central, las colinas amuralladas, las atalayas
y corrales, y el camino del Inca, dan cuenta de su importancia como
centro político, religioso, militar y económico, de los más importantes
de todo el Tawantinsuyu. Mientras en otros sitios incaicos radicados en
la Argentina se encontraron no más de un 8% de alfarería incaica, aquí
supera el 40 por ciento. También se vislumbra las avanzadas técnicas de
cultivo e ingeniería, con un acueducto de casi 3 kilómetros que
suministraba agua a la población desde el río Quimivíl.
Shincal caerá ante la invasión y conquista de las expediciones
españolas, a cargo de Diego de Almagro, quienes usaron en gran parte los
caminos del inca construidos un siglo atrás, pero aún hoy quienes pisen
el suelo rocoso sentirán el aire de los cerros, el sol, los ríos y los
vientos, los arbustos y animales, los espíritus y las escenas que
supieron ser cotidianas para una numerosa población siglos atrás, cuya
historia y cultura merecen ser conocidas.
Audiovisual
Con la presencia de diversas autoridades nacionales y provinciales se
realizará hoy a las 20, la presentación de la proyección audiovisual
Shincal, la Huella Inca, en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Av.
Del Libertador 1473.
Mientras se disputaban el primer puesto
Hernández, Castro dijo que era la nueva presidenta de Honduras. Lo mismo
hizo el oficialista. El TSE pidió que se mantenga la tranquilidad.
Después de cuatro años desde que el ex presidente Manuel Zelaya
fuera derrocado por un golpe de Estado, los hondureños volvieron a las
urnas para elegir a un nuevo mandatario. Los resultados preliminares del
Tribunal Superior Electoral (TSE) indicaban que el postulante
oficialista, Juan Orlando Hernández, superaba por seis puntos a la
opositora Xiomara Castro, quien al mismo tiempo se atribuía la victoria
en base a encuestas de boca de urna. Sin embargo, la elección quedará
definida cuando el TSE entregue los resultados finales, algo que se
espera suceda hoy.
Según las primeras cifras del TSE, con el 20% de las mesas
escrutadas, el candidato del Partido Nacional, Hernández, llegaba al
34,9%, mientras que Castro, representante de Libertad y Refundación
(Libre) y esposa de Manuel Zelaya, lograba el 28,3 por ciento. En tercer
lugar asomaba Mauricio Villeda, del Partido Liberal, con el 20,9 por
ciento. En cuarta posición aparecía Salvador Nasralla, del Partido
Anticorrupción (PAC), con el 15 por ciento. Los cuatro candidatos
restantes no superaban el 1% de los votos.
Desde un primer momento, los representantes del TSE fueron
precavidos y sostuvieron en reiteradas ocasiones que recién en las
primeras horas de esta jornada se sabrá, de forma definitiva, quién será
el nuevo presidente de Honduras y cómo quedará compuesto el Congreso,
dominado actualmente por el Partido Nacional. Por esa razón, pidieron
que ningún candidato se arrogue la victoria hasta que esa información se
haga pública.
Pese a la advertencia, Castro se declaró ganadora de los comicios
poco antes de que se conocieran las primeras cifras oficiales. "Hemos
actuado con toda la responsabilidad en cada una de las acciones dentro
de Libre. Hemos actuado basados en la ley y con propuestas para el
pueblo nos ganamos su confianza. Según los datos que hemos recibido de
encuestas de boca de urna de todo el país y de las actas que nos han
reportado, puedo decir con seguridad hoy que soy la primera presidenta
de Honduras", aseguró la candidata de Libre.
Castro hacía referencia a algunos de los sondeos que circularon
anoche, como los que difundió la cadena Telesur en base a estimaciones
de Radio Globo, donde la mujer del presidente Zelaya llegaba al 29%,
superando a Hernández, que obtenía el 25 por ciento.
Pese a los temores previos sobre la posible existencia de fraude y
violencia, los comicios se desarrollaron con tranquilidad. Desde bien
temprano, miles de votantes acudieron a votar masivamente no sólo para
elegir presidente, sino también 128 diputados y 298 alcaldes. De hecho,
el horario del cierre de votación, que se había previsto para las 16
(hora local), debió extenderse una hora más por el alto nivel de
participación, según dijo el presidente del TSE, David Matamoros.
Los distintos candidatos votaron en diferentes puntos del país.
Hernández, que centró su campaña en la propuesta de militarizar las
calles para solucionar los problemas de inseguridad existentes en el
país, ejerció el sufragio en el departamento de Lempira, su bastión
electoral, y se manifestó "contento y alegre" por la masiva
participación electoral.
Su principal rival, la opositora Castro, votó en el departamento de
Olancho, bastión de la familia de su marido Manuel Zelaya, quien
también sufragó en el mismo centro. La candidata de Libre, que en estas
elecciones buscó desafiar el bipartidismo nacionalista y liberal con un
discurso progresista y centrado en la unidad latinoamericana, prometió
que de triunfar en los comicios construiría "una democracia
participativa" donde todos los sectores sean tomados en cuenta.
Urnas rigurosamente vigiladas
Las elecciones de Honduras fueron una de las más vigiladas de la
historia. Más de 800 observadores internacionales de la Unión Europea
(UE), los Estados Unidos, la ONU, la Organización de Estados Americanos
(OEA) y distintos referentes de la región, como el ex presidente
paraguayo Fernando Lugo, siguieron los reñidos comicios con el objetivo
de garantizar su normal desarrollo.
La presencia de los observadores fue una de las herramientas
utilizadas por el Tribunal Superior Electoral (TSE) para alejar las
sospechas de fraude y cualquier otro tipo de oscura maniobra electoral.
“Es indudable que existe una creencia sobre la irregularidad del proceso
electoral debido tanto a prácticas como percepciones al respecto”,
explicó José Antonio de Gabriel, subjefe de la Misión Electoral de la UE
en Honduras, uno de los encargados de verificar internacionalmente los
resultados.
A esto se sumó la militarización de las calles y los centros de
votación. El presidente hondureño Porfirio Lobo Sosa dispuso que 14 mil
miembros de las Fuerzas Armadas se encargaran de dar seguridad,
transporte y custodia a las urnas durante toda la jornada electoral.
Con la participación estelar de Adán Chávez,
gobernador del Estado venezolano de Barinas, se desarrollaron esta
semana en Buenos Aires unas jornadas internacionales para analizar y
poner en perspectiva la herencia política del líder bolivariano.
Esta vez no reapareció en un pajarito azul ni en el túnel de un
socavón minero. Fue la asombrosa similitud física de su propio hermano,
Adán Chávez, el responsable de hacer creer a más de un desprevenido que
el líder bolivariano se había apersonado otra vez entre los mortales. El
hecho no ocurrió en los llanos venezolanos, tampoco en la siempre
atestada metrópolis caraqueña. Sobre la avenida Corrientes de Buenos
Aires y a metros de las principales luminarias teatrales, el gobernador
del Estado de Barinas inauguró el último lunes, en el Centro Cultural de
la Cooperación (CCC), el primer seminario internacional denominado “El
legado político e ideológico de Hugo Chávez Frías”. “Sus enseñanzas,
ante los renovados desafíos que el imperialismo plantea a América
latina, adquieren cada vez mayor vigencia”, resaltaron la importancia de
la cita los organizadores del evento a Miradas al Sur. En el
encuentro estuvieron presentes intelectuales reconocidos como el
economista español Alfredo Serrano Mancilla, el filósofo mexicano
Fernando Buen Abad Domínguez, el escritor venezolano Luis Brito García o
el analista político boliviano Hugo Moldiz. Por la Argentina, el
diputado Juan Carlos Junio y el politólogo Atilio Boron oficiaron de
anfitriones y de responsables de la mesa de apertura junto al gobernador
de Barinas, que además preside el recientemente creado Centro de Altos
Estudios y Pensamiento Hugo Chávez.
“Agradecemos que en una circunstancia política tan difícil,
contradictoria y compleja como la que esta viviendo el hermano pueblo
venezolano y su gobierno, Adán se haya corrido hasta nuestro Centro
Cultural cooperativo para compartir este seminario. Este gesto habla,
evidentemente, de la gran importancia que los amigos venezolanos le
otorgan al debate de ideas. Hoy me hacían una entrevista y al periodista
le pasaba lo mismo que a mí: se refería a Hugo Chávez tanto en pasado
como en futuro. Es difícil encontrar el tiempo verbal para mencionar al
comandante venezolano. Lo importante, igualmente, es dejar en claro que
el ex presidente venezolano vive en el presente porque late en el
corazón de los pueblos latinoamericanos”, comenzó el homenaje
bolivariano Juan Carlos Junio.
Minutos más tarde, Carlos Martínez Mendoza, embajador venezolano en la
Argentina, obvió los pronunciamientos protocolares y leyó la herencia
del gestor de proyectos continentales como Telesur y PetroCaribe desde
una mirada más humana; propia, claro está, de un dirigente del PSUV
(Partido Socialista Unificado de Venezuela) que compartió muchos
momentos y vivencias con el ex mandatario venezolano. “Chávez era un
gran humanista. Tenía un gran tacto para conectarse con la gente. Podía
estar en un auditorio grande e identificar enseguida si una persona
estaba triste o deprimida. El comandante contaba con una gran capacidad
para percibir los sentimientos que atravesaban a las personas que lo
rodeaban. Segundo elemento importante: Chávez era profundamente honesto.
Era honesto con su palabra: hacía lo que decía, y decía lo que pensaba,
como los auténticos revolucionarios. Por último, Chávez era
profundamente democrático. Una tarde estábamos en el Palacio de
Miraflores y me dijo ‘Carlos, ¿tú crees que yo soy caudillo?’. ¡Que
pregunta! No supe que contestar. Pero él si lo hizo: ‘Ojalá todo el
pueblo venezolano entienda y tome conciencia de que el proceso de
liberación es colectivo. No hay que enfocarse tanto en la conducción, si
la energía política no es alimentada por millones, no hay liberación
posible’, me dijo el presidente!”, cerró su testimonio Martínez Mendoza y
un aplauso de más de medio minuto pareció aprobar sus palabras.
Por último, ya en plena noche porteña, Adán Chávez Frías –saco azul,
camisa celeste, el mismo biotipo de Chávez presidente; quizás un poco
más estilizado y, a su vez, con unos ojos menos achinados que su
hermano– inauguró un seminario que, según aclararon desde el CCC, se
repetirá en los años próximos. “No vine solo a Buenos Aires. Aquí está
mi esposa Carmen, compañera de vida desde hace más de cuarenta años. Mi
suegra me dice siempre que me va a dar una placa por la perseverancia”,
comenzó picante Adán y todos festejaron la broma bolivariana. “Chávez es
una bandera de lucha. Mi hermano es un símbolo y un estandarte a
levantar para ganar la batalla de ideas, como dice el comandante Fidel.
En el discurso que escuchamos, previamente, vimos cómo era y cómo es mi
hermano. Bromista, afable, declamador. Bueno, quería contarles que
cuando Atilio Boron me invitó a participar, decidí escribir unas líneas
para ordenar lo que siento y lo que pienso cuando me preguntan por
Chávez”, se autoprologó Adán y, luego, efectivamente leyó lo que había
escrito de puño y letra antes de subirse al avión que lo depósito en
Ezeiza: “Es un honor, dentro del huracán de sentimientos encontrados que
giran en mi interior, estar aquí con ustedes para seguir profundizando
el infinito legado del comandante Hugo Chávez Frías. Lo que primero
debemos gritar al unísono en todos los rincones del mundo quienes
creemos en la verdadera justicia social es ‘¡Chávez vive, la lucha
sigue!’. Pero, además, como cantamos en Venezuela: ‘¡Chávez vive, la
Patria sigue!’. Que no se equivoquen nuestros enemigos. Chávez fue
profundamente latinoamericano. Su mano estuvo presente en los proyectos
integracionistas del sur más fuerte de los últimos años: Unasur, la
Celac, el ALBA. Por eso, porque Chávez entendía que sólo con la unidad
de los pueblos latinoamericanos se puede vencer al imperio, es necesario
recordar en este seminario que es un error pensarnos desde lo local.
Hay que compartir el camino, la estrategia. Aquí había un continente
dormido pero la llamarada bolivariana terminó iluminando toda la Patria
Grande. Ese fuego debe seguir prendido, ese fue el último mensaje del
Comandante Chávez cuando regresó de La Habana para internarse en el
Hospital Militar”.
Además, el número uno del Centro de Altos Estudios y Pensamiento Hugo
Chávez finalizó su ponencia explicando por qué el Palacio Miraflores
entiende que determinados actores políticos domésticos lanzaron este
último mes una guerra económica con el recién estrenado gobierno de
Nicolás Maduro: “El presidente inició una serie de anuncios para frenar
la especulación de los grandes comerciantes y, dentro de esas medidas,
inauguró el establecimiento de unos equipos cívico-militares para
supervisar los negocios pero respetando siempre las leyes establecidas
en el país. Dentro de esa supervisión, se detectó que algunos
establecimientos, efectivamente, como ya se sospechaba, han inflado los
precios de una manera descomunal. En el caso de uno de los locales, la
empresa Daka, que distribuye electrodomésticos, se comprobó, con el
registro de todas las facturas, que vendían un artículo de dos mil
bolívares a treinta mil bolívares como parte de la guerra sucia
económica”.
Venezuela.
La redoblada furia derechista de este año, tanto como las medidas
radicales tomadas esta semana por el gobierno de Nicolás Maduro, y la
acumulación de intranquilidad social del pueblo chavista, señalan
síntomas de una sociedad que ya no soporta más las medias tintas.
Los hechos ocurridos durante esta semana hablan por sí solos de una
realidad que se agudiza en varias dimensiones dentro de un proceso
político bolivariano que busca una salida que no sabe donde está.
El pasado sábado 9 de noviembre, una arremolinada fila de venezolanos
esperaba con impaciencia frente a la conocida cadena comercial Daka, la
casa importadora más grande de Venezuela. Como en el resto de las
ciudades, la gente quería comprar electrodomésticos con sus abultados
aguinaldos y prestaciones sociales navideñas. A esas mismas horas,
decenas de miles de venezolanos compraban lo mismo en los más de 400
grandes centros comerciales del país. Pero en Daka, luego de más de una
hora de espera bajo el sol caribeño, la gente se angustió y lo que
parecía una compra compulsiva más, en un país de petrocompradores
compulsivos, se transformó en un tumulto cuando los empleados abrieron
las puertas. Y del tumulto brotó el saqueo irremediable. Varias decenas
de televisores plasma y otros adminículos electrónicos fueron cargados
al hombro por saqueadores improvisados, bien vestidos y sin motivación
política alguna. Ni chavistas ni antichavistas, o en todo caso, una
mezcla de ambos pero convertidos en masa idiotizada de consumidores.
Compradores desesperados por el último grito de la tecnología que les
metieron en las cabezas.
En Miami, donde llegó primero la noticia y viven unos 300 mil
venezolanos antichavistas, los medios enemigos del gobierno de Maduro
invirtieron el orden de los hechos y difundieron la versión del Miami Herald y de MiamiDiario.com: “Maduro convocó al saqueo y la gente salió a saquear” (9 de noviembre).
Un día antes, el presidente venezolano había dicho por televisión que
preparaba medidas para el control de la especulación y esperaba la
aprobación de los Poderes Extraordinarios en la Asamblea Nacional.
Lo que no pudieron prever Maduro ni la jefatura de la Asamblea, es que
para ese momento, cualquier accidente podía disparar la combustión
social. Daka fue el accidente, y al mismo tiempo la huella de problemas
más profundos. Tuvo razón Maduro al definir que los saqueos fueron
motivados por “la desesperación”. Pero éste es apenas el síntoma.
La perversión consumista venezolana, nada distinta a la de cualquier
ciudad comercial del mundo, tiene la particularidad de ser alta, o muy
alta en el país, porque se sostiene en la enorme renta petrolera. Desde
1975, los asalariados reciben la liquidación anual de sus prestaciones
sociales en moneda constante. Eso que en Argentina, Uruguay o Europa, va
en su mayoría al fondo social de las jubilaciones y la Obra Social del
extinto estado de bienestar. Un trabajador venezolano cualquiera manosea
hasta 120 salarios en un sólo monto, a mediados de noviembre. Con el
gobierno chavista la capacidad de compra creció en términos relativos,
aunque su participación histórica en la renta nacional bajó dos puntos y
medio en 14 años. Maduro se puso duro. Luego de los saqueos en Daka, el
presidente Nicolás Maduro ordenó “la ocupación de esa red de tiendas y
sacar los productos a la venta del pueblo, a precio justo, que no quede
nada en los anaqueles, que no quede nada en los almacenes” (Maduro, N.,
VTV, 9 de noviembre).
Esta decisión presidencial de rebajar todos los precios especulativos de
electrodomésticos, ropa y comida importada, provocó una estampida de
compras masivas en el país. Una heladera, por la que se debía pagar
20.000 Bs., se redujo a a menos de 10.000 luego de la medida
presidencial.
El gobierno denomina “precio justo” a la reducción de la tasa de
ganancia comercial del 1.000% antes de la medida, a una que oscila entre
el 75 y el 120%. Puesto en términos de costo y precio respecto del
dólar oficial, significa ajustarlos a una tasa de ganancia altísima.
Un estimado sobre 73 comercios grandes y medianos y 11 casas de
importación, requisadas esta semana, nos dio como resultado, que la
especulación promedia una tasa del 570%.
La Fiscalía ejecutó la detención de los gerentes de la tienda de
electrodomésticos y el gobierno ocupó el centro comercial por unos
días, “con el apoyo de los militares y miembros del organismo estatal de
protección al consumidor, Indepabis”. Los organismos del poder popular
estuvieron ausentes en los controles sobre los especuladores. Se
limitaron a una marcha, varias reuniones y declaraciones.
Entre el domingo 10 y el viernes 15 de noviembre, se registran 111
dueños y gerentes comerciales importadores presos y procesados
judicialmente por especulación, acaparamiento, lucro excesivo y otros
delitos comerciales de efecto social. En el mismo lapso fueron
requisados por las Fuerzas Armadas Bolivarianas más de 120 grandes
negocios importadores en todo el país y decomisadas decenas de toneladas
de productos en tres ciudades, guardados para la remarcarlos cuando la
navidad esté más cerca.
Un caso escandaloso entre los descubiertos fue el del Estado Miranda,
donde las autoridades inspeccionaron “un depósito que tiene 22 mil 760
artefactos eléctricos en un galpón y otros tres galpones en jurisdicción
de Carabobo, repletos de línea blanca, que se presume pertenecen a la
gente de la empresa Daka”.
En un Estado agrícola de los llanos, “el Gobierno Bolivariano incautó 70
toneladas de harina de maíz precocida en la población de Guanare, en el
estado Portuguesa” (Correo del Orinoco/www.aporrea.org, 12/11/13).
“Tenemos a más de 100 burgueses tras las rejas en este momento”, fue lo
que informó el mandatario nacional el jueves 14. Y agregó: “Me da dolor,
en el fondo. Tenemos a más de 100 burgueses bajo rejas y uno dice:
bueno, este señor qué más quería. Poseedor de riquezas y todos los días
robaba al pueblo, cobrándole 1.000% de más”.
La rebaja de precios ordenada por el Ejecutivo se transformó en el
aumento de salarios más sustancial en un año de inflación y devaluación
galopantes. De hecho, creó una capacidad de compra estacional que
beneficia al pueblo comprador. Pero no nos engañemos, al mismo tiempo
alimenta y recrea la lógica perversa de un sistema comercial y estatal
corrupto basado en una economía de puertos y una renta petrolera capaz
de provocar saqueos y al mismo tiempo disiparlos. El 87% del consumo
liviano se compra en el mercado mundial. Con el 96% de importación de
electrodomésticos y 91% de la comida, estos dos segmentos son los más
usurarios y creadores de inflación.
Daka es una señal peligrosa de esa enfermedad instalada en la económica y
en la administración del sistema cambiario. En 9 años, esta empresa
recibió 407 millones 799 mil 379 dólares del Estado, según los registros
contables de Cadivi, el órgano que controla el mercado del dólar. En
2012 le otorgaron más de 51 millones de dólares distribuidos en 263
solicitudes, informa la página web de Cadivi. Esta comercializadora fue
registrada en enero de 2004, el año cumbre del ingreso petrolero y
expansión del consumo y las inversiones estatales. El fraude Daka
comenzó desde su registro comercial. Recibió esa inmensa suma de dólares
a pesar de que su capital declarado era y sigue siendo de apenas 100
millones de bolívares (unos 2 millones de dólares). Así consta en el
Registro Nacional de Contratistas de Venezuela. El dueño de este centro
comercial fue retratado en la prensa local al lado de Capriles Radonski
en la campaña por las presidenciales del año pasado. Es la imagen viva
del matrimonio social entre burguesía comercial dominante, burocracia
corrupta y política económica desplanificada y sin control social.
Allí se origina el actual escenario social venezolano que, a esta altura
del año, es una acumulación de zozobras y tensiones sin una perspectiva
clara para ninguno de los lados, excepto para la tasa de ganancia
comercial y bancaria.
Los trabajadores está sometidos a la presión de una economía familiar
desquiciada por la inflación y la devaluación y una oposición que
aprovecha las brechas y las medias tintas para conspirar y sabotear.
Si algo indican los síntomas de noviembre es que la gente ya no tiene
paciencia para diferenciar entre especulación comercial, polarización
política sin definición, compulsión consumista navideña, corrupción y
rabias locales por abusos con precios en casas comerciales y en
instituciones estatales que no atienden demandas. Esa irrefrenable necesidad de conspirar. Hace rato que las
acciones sediciosas de la oposición empresaria en Venezuela dejaron de
ser noticia. Se diferencian este año por su radicalidad y
sistematización, asumiendo una dinámica que recuerda a los meses de
enero a abril de 2002.
Del sigilo con el que se mueven en conversaciones nocturnas con
militares en hoteles caraqueños e islas del Caribe, han pasado sin pausa
al saboteo comercial abierto, escondiendo productos de primera
necesidad, desviando importaciones, creando nudos artificiales en la red
de distribución de alimentos, instigando a sindicalistas asociados para
alborotar bases laborales, asesinando cuadros políticos de organismos
del poder popular (7 en los últimos dos meses, 27 durante 2012).
Además, realizan campañas en sus medios periodísticos para crear zozobra
en una población cada vez más confundida y nerviosa. Anuncian que no
reconocerán los resultados de las elecciones municipales del 8 de
diciembre, hacen ruedas de prensa en las que dicen abiertamente que el
gobierno es ilegítimo y llaman a la calle con fechas que van cambiando
sin avisar por qué.
Pero la acción conspirativa que hizo saltar el sistema nervioso a la
población asalariada obrera y media, y al gobierno mismo, no es
estrictamente de tipo político, sino comercial. La especulación.
En los saqueos de Daka no actuó la conspiración derechista. No pudo,
aunque hubieran querido. A partir de este suceso, inspirados por la
oportunidad y la santa necesidad de conspirar, la derecha intentó actuar
sobre el nerviosismo comercial de la gente, creado por la rebaja masiva
de precios ordenada por el gobierno.
De los varios intentos registrados, el más cercano al saboteo ocurrió en
la lejana ciudad industrial de Guayana, al borde del Amazonas. Allí
fueron filmados por la televisora comunitaria Calypso TV, cuatro
activistas de la organización opositora Guayana será mejor, tratando de
convertir en saqueo otra compra nerviosa como la de Daka. No pudieron.
La propia gente lo impidió haciendo lo contrario.
La propaganda opositora difundida por el mundo, editó las declaraciones
del presidente, dichas el sábado 9 por la tarde, como si las hubiera
pronunciado el viernes 8, antes de los hechos en Daka. Sólo cabía un
titular: “Maduro convoca a saqueos”.
Al día siguiente, el domingo, aparecieron estas especies en diversos
blog y mensajes de twiter: “Ollarves__:#@Venezuela no te Rindas Peores
Tiranos han caido, Sto no s Mas q Fascismo. Nada q un Pueblo Unido y
Decidido no pueda Derrocar #QueNadaTeDetenga 33 minutes ago". La
#16NSegundaMarchaAutoconvocada es el inicio de la desobediencia civil
#16N #QueNadaTeDetenga xq #YaEsNecesario sacar los cubanos 56 minutes
ago”.
El domingo, el periodista y político José Vicente Rangel denunció en su programa televisivo Confidenciales,
que el activo dirigente de ultraderecha Leopoldo López ofreció
financiamiento a jóvenes venezolanos para entrenarse como paramilitares
en Miami.
“El líder del partido Voluntad Popular se reunió con dirigentes de la
comunidad cubana entre los que se encontraban María Elvira Salazar y
Luis Conte Agüero, quienes lo invitaron a visitar un centro de
paramilitares en Los Cayos, dirigido por el ex militar Jorge Luis García
Pérez. Los blancos eran cartones con la cara y el pecho de Nicolás
Maduro, luego dirigió unas palabras a los cursantes y los animó a
prepararse a defender la democracia y la libertad en Venezuela”
(Televén, J.V. Rangel, 10 de noviembre).
El lunes, Capriles Radonski acusa al gobierno de “desestabilizar el país
para impedir su derrota en las elecciones del 8 de diciembre” y convoca
a una marcha de desobediencia civil “contra la ilegitimidad”, que nunca
se dio.
Pero el mismo lunes bien temprano aparecieron en redes sociales de
amplia circulación (y con la denuncia de la periodista colombiana
Fernanda Jaramillo, asentada en EE.UU.) mensajes ampliamente difundidos
en los medios y redes del Caribe, Venezuela y Norteamérica: “16 de
noviembre. El único líder eres tu. Sal a la calle y alza tu voz. Fuera
el castro-comunismo”. Y agregan una lista de 53 puntos de encuentro en
23 ciudades del país. La gráfica está ilustrada con la imagen de un bebé
dormido arropado en una bandera venezolana y este llamado: “Él no
merece este presente. Lucha por su futuro”.
(https://mail-attachment.googleusercontent.com/attachment/u/0/)
Por supuesto, la rebelión social no se dio, pero la penetración de estos
mensajes en una situación fragilizada como la venezolana, tiene el
efecto de un rumor amoroso en un pequeño pueblo de provincia. Lo queno avanza, retrocede. La conspiración derechista hace lo
suyo, y con ganas, pero ella sola no podría con sus propias fuerzas. En
los últimos años, sobre todo desde que murió Chávez, la oposición
aprovecha las brechas abiertas desde las instituciones del gobierno,
pero también en el pueblo chavista.
Se expresan como rechazo masivo de los chavistas a la corrupción
estatal, su burocracia improductiva y la boliburguesía depredadora, que
junto a los privados, drenan la legitimidad gubernamental con la misma
tenacidad que una infección desinmuniza un cuerpo frágil. El control
discrecional del mercado del dólar y su uso especulativo para amasar
fortunas tempranas desde la importación y las finanzas, es apenas la
manera como se manifiesta la gravedad de la contradicción entre un
programa gubernamental socialista y una práctica que marcha en sentido
opuesto.
Desde la muerte del Comandante este malestar social ha brotado en parte
del pueblo chavista con una visibilidad y radicalización verbal y
organizativa imprevistas. El desarrollo de los organismos de poder
popular representa una de sus manifestaciones más conscientes, pero al
mismo nueva y limitada.
En estas elecciones municipales, cuya campaña de 20 días comienza hoy,
ese malestar se manifiesta en una decena de candidaturas bolivarianas
alternas a las oficiales.
El dilema tiende a convertirse en crucial, al ritmo de la conspiración
derechista y el drenaje de legitimidad desde el propio poder. En esa
media tinta se debate la revolución bolivariana. Daka fue el síntoma. O
se avanza o se retrocede
Una vez mas la Venezuela Bolivariana y Chavista se ve sacudida por
una intentona silenciosa pero letal acción golpista, que no es otra que
la llamada GUERRA ECONÓMICA. El acaparamiento de productos, la
especulación de los precios, el agiotaje y demás distorsiones económicas
que contribuyan a crear un fenómeno de inflación inducida busca
propiciar el derrocamiento del presidente de la República, Nicolás
Maduro.
Se torna incomprensible el desarrollo de un efecto económico como el que
vivimos actualmente, más aún cuando el precio del barril de petróleo
venezolano en el mercado energético internacional se torna altamente
favorecedor para nuestra economía, y el empresariado venezolano se
privilegia de un dólar preferencial pese al control cambiario
(necesario) que impera en nuestra patria. Podremos comprender esta
situación sólo si la vemos bajo el prisma del saboteo económico, lo que
no es nada diferente a lo que la revolución bolivariana haya tenido que
confrontar desde su inicio en el año 1.999.
Pero no se trata sólo de acaparamientos y ocultamientos para
especular y aumentar en el futuro las ganancias de grandes productores
agrícolas, comerciantes e industriales.
Va mas allá de ese análisis elemental, lo que se pretende es reeditar
la receta aplicada en Chile durante la presidencia de Salvador Allende
hace 43 años, creando malestar y desasosiego en la población,
alimentando así las condiciones del derrocamiento del presidente Maduro
por la vía del golpe de Estado.
La oposición venezolana a través de sus actores FEDECAMARAS,
CONSECOMERCIO Y VENACHAN, así como sus aliados internacionales,
encabezan estas distorsiones económicas para generar decepción social y
tener un ambiente propicio para lograr su meta mas anhelada, deponer del
poder a Nicolás Maduro y así lograr la desaparición total y definitiva
del recuerdo y la doctrina del presidente comandante Hugo Chávez Frías.
No es casual y así lo hemos vivido, en años anteriores, que en fechas
próximas a un proceso eleccionario en nuestra patria, este tipo de
conductas se exacerben y sistematicen, tal y como lo experimentamos hoy
en día. Sólo que esta vez, así como en las otras, no contaron con la
respuesta efectiva y contundente del gobierno revolucionario
bolivariano. Sí, una vez más han subestimado al equipo de gobierno y al
poder popular organizado y consciente de sus derechos. La salida a la
calle de los diferentes actores del gobierno nacional, para la
supervisión y regularización del suministro a precios justos de los
bienes y servicios que demanda el venezolano común, se ha tornado una
batalla titánica, pero con resultados concretos. Los especuladores, en
flagrancia de sus delitos, serán objetos de la aplicación de las leyes
existentes en esta materia, y los que aún no han sido objeto de las
visitas gubernamentales, que pongan sus barbas a remojar y entiendan de
una vez por todas que la correlación de fuerzas del mundo capitalista
versus el mundo socialista, varió exponencialmente y que los primeros
tendrán que ponerse a tono con los vientos de cambio que pululan por
América Latina y otras latitudes del mundo.
Capitalistas del mundo uníos para la toma de conciencia!!!!!!!!!!!!
(Braulio Martínez Zerpa)
Existen sobrados indicios de que estamos en presencia de un plan, en
pleno desarrollo, del Gobierno de los EEUUAA en combinación estrecha con
la burguesía apátrida y fascista de Venezuela, para ir
desestabilizándonos por fases; la guerra económica que estamos viviendo
constituye una de las fases de dicho plan y, como quiera que, nuestro
Gobierno, encabezado por Nicolás Maduro, ha actuado diligentemente y con
gran acierto, podemos decir que esta fase, que representaba el núcleo
central de todo el plan, ha fracasado, lo que debe alertarnos sobre
futuros escenarios más contundentes por parte de nuestros enemigos:
imperio+oposición apátrida y fascista; tenemos que recordar, que el
objetivo teleológico del imperio es nuestro petróleo; todo lo demás,
incluyendo la guerra económica, no son más que medios para lograr este
fin último. Pensemos, entonces, que un fracaso en el logro de objetivos
intermedios no significa que el imperio va a desistir de su empeño de
ponerle la mano a nuestro petróleo, hay que tener presente que una de
las características de éste es su obstinación en el logro de sus
objetivos.
En consecuencia con lo anterior, y dada la premura de las elecciones
municipales, la situación se torna complicada para el imperio en el
logro de estos objetivos. Para efectos didácticos podemos establecer dos
escenarios; a saber: el primero que correrá desde este momento hasta
el 8D; y, el segundo a partir del 8D. En cuanto al primer escenario, al
igual que para el segundo, debemos partir de una premisa, que el imperio
jamás cesará o se detendrá en ejecutar los planes alternos que lo
lleven al logro final, que no es otro, como ya hemos visto que hacerse
con nuestros recursos energéticos. Volviendo al primer escenario,
podemos inferir, que existe un marcado temor por parte de nuestros
enemigos de no participar en las próximas elecciones del 8D porque saben
que van a perder un gran número de Municipios, incluyendo los de las
grades ciudades, lo que acabaría con esta perversa oposición cipaya del
imperio, en consecuencia el poco margen de tiempo apara actuar los
obliga a utilizar planes alternos sumamente violentos; veamos algunos de
ellos.
PRIMERO: volver a las “guarimbas” y trancar las grandes ciudades,
sobre todo cortar el flujo de alimentos, medicinas y gasolina hacia
estas, con lo que crearían un gran caos interno.
SEGUNDO: incrementar las acciones de guerra de IV gen. y de guerra
psicológica; esto significa, que todos los medios de comunicación bajo
dominio de la oposición y todos los que utiliza el imperio para estos
fines, que constituyen de hecho los instrumentos para divulgar estas
acciones, van a actuar encadenados a la MUD para transmitir las
instrucciones imperiales.
TERCERO: realizar marchas, donde se aseguren de que existan muertos,
mismos estos que les serían achacados al Gobierno; dejando para las
proximidades del 8D una gran marcha, como la que ejecutaron en abril del
año 2.002, cuyo destino final sería el Palacio de Miraflores; que
aunque no logre su objetivo, señalaría el paso para el próximo evento,
el cual expongo a continuación.
CUARTO: utilizar, masivamente, a los paramilitares colombianos,
aportados por Álvaro Uribe Velez, (ver el Plan Estratégico Venezolano,
anunciado por Eva Golinger) ex presidente de Colombia, utilizando
uniformes militares similares a los nuestros (recordemos al caso
Daktary), para que una vez lograda la desestabilización interna, estos
ataquen los objetivos ya señalados por el imperio; los cuales serían:
ataque al Palacio de Miraflores, sede central del Gobierno; ataques a
las bases militares; ataque a los servicios eléctricos, servicios de
agua potable, refinerías, embalses, gasoductos, población civil,
centrales de distribución de combustibles y otros.
Estos ataques de paramilitares podrían ser apoyados por medios aéreos
del imperio, que intentarían destruir nuestros puentes principales
(sobre el Lago, y los dos sobre El Orinoco), a fin de incomunicar al
País; atacarían, igualmente nuestros medios militares aéreos, terrestres
y navales. No olvidemos que este fue el caso de Libia. Tampoco debemos
olvidar que las siete bases militares del imperio en Colombia fueron
creadas para ser utilizadas contra nosotros cuando fracasen las acciones
de la guerra silenciosa que llevan a cabo en estos momentos contra
Venezuela; igualmente las bases de Aruba, Curazao y Panamá fueron
creadas para actuar contra nuestro País en éste escenario que estamos
viviendo.
Nuestro Gobierno, especialmente los mandos militares deben estar
alertas y desplegados, a partir de este momento, además sugiero, que
nuestras tropas utilicen un distintivo común, para saber cuando los
militares que nos ataquen, que de hecho están utilizando un uniforme
similar al utilizado por la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana),
no sean realmente los nuestros. Este distintivo debe, al igual que el
“santo y seña”, ser cambiado todos los días y enviadas en señales
codificadas a todos los mandos militares nuestros.
En relación al segundo escenario, que correría a partir del 8D, no
sería otra cosa que el fracaso de lo actuado en el primer escenario;
pero eso también está contemplado en los planes imperiales; sin embargo,
como no existe la presión de unas elecciones a sucederse en una
veintena de días, ellos no se precipitarían a actuar en forma
atropellada, ya que disponen del tiempo suficiente para rehacer sus
planes.
Chávez vive, la Patria sigue.
Braulio Martínez Zerpa. Coronel en retiro de la Aviación Militar Bolivariana y Abogado del pueblo.
Sólo un triunfo aplastane de Bachelet (lo cual no
es improbable) garantizará que el país deje atrás, defintivamente, al
pinochetismo
(Por Patricia Varela Cortés)
Ya sea en primera o segunda vuelta, la ex Presidenta Michelle Bachelet
volverá a encabezar el país. Lo que está en juego, sin embargo, es
cuántos senadores y diputados lograrán las dos principales coaliciones
en juego para lograr o no cambios estructurales.
Con sólo cuatro años en la Presidencia y después de 52 años desde su
última elección ganada (1958) la derecha chilena se quedará este domingo
nuevamente fuera del gobierno.
La certeza es vox populi. La ex presidenta Michelle Bachelet, hija de un
general de la Fuerza Aérea asesinado por la dictadura, volverá sin
competencia real a la cabeza del país, pero esta vez con un nuevo
electorado y desafíos sociales que exigen cambios estructurales y
definitivos.
Ésta es la sexta elección desde el retorno a la democracia (1989, 1993,
1999, 2005 y 2009) y aunque se presentan nueve candidatos
presidenciales, la única duda es si Bachelet ganará en primera vuelta
con más del 50 por cientos de los votos o deberá pasar a segunda (a
realizarse en enero 2014).
Pero lo más relevante es, sin duda, si logrará o no –finalmente- la mayoría en diputados y senadores en el Congreso.
Ella encabezó el país hasta marzo del 2010 como parte de la coalición de
centro izquierda (no comunista) Concertación Por la Democracia que
gobernó durante 20 años desde el término de la Dictadura de Pinochet
(1973-1990).
Ahora se constituyó una alianza política ampliada –Nueva Mayoría- que
incluye a los mismos partidos de antes pero más el Partido Comunista
participando activamente en estas elecciones. Destaca también que esta
ex Concertación “renovada” haya logrado acuerdos con sectores emergentes
(movimientos estudiantiles y sociales) para apoyar candidaturas
independientes como una muestra de posible renovación.
La Alianza del presidente Piñera
La derecha, encabezada por actual presidente de la República, Sebastián
Piñera, en la designación de su candidato ha dado todas las señales
equívocas que ha podido. Con sólo un 35 por ciento de aprobación (el más
bajo para un presidente desde los últimos 23 años) su abanderada,
Evelyn Matthei, tampoco alcanza en las encuestas más de un 20 por
ciento, lo que es inédito para un país que ha disputado la cabeza del
país en un histórico 50/50.
Las equivocaciones y señales negativas provienen en principio del propio
Piñera. Y no es que lo haya hecho mal en la economía (estadísticamente
hay “pleno empleo” y el PIB sigue creciendo) sino que definitivamente la
gente no le cree, lo asocia a los crecientes abusos de las empresas, a
los empresarios y a los grupos de la aristocracia criolla que heredan el
poder por sangre.
El Presidente y sus asesores han tenido un penoso desempeño para
enfrentar los movimientos sociales que se han incrementado con fuerza
desde el 2011 y sus promesas de campaña han quedado definitivamente off
side. Entre ellos, había prometido, ilusamente, “terminar con la
delincuencia".
Insólito: en noviembre del 2012, la derecha nominó a su ministro
Lawrence Golborne– quien se hizo conocido mundialmente por el rescate a
los mineros- como candidato. Seis meses después, decidió realizar
primarias internas y ganó Pablo Longueira pero renunció a las 2 semanas
por problemas de salud (¿estrés?). Finalmente, se acordó presentar a
Evelyn Matthei en Julio de 2013, senadora e hija de uno de los
generales que encabezó la Junta Militar durante la dictadura.
Los “otros” 8 candidatos
Es primera vez también que hay tal diversidad de candidatos. Con esto,
las posibilidades que imponerse en primera vuelta se vuelve más
dificultoso.
El ranking, después de Bachelet y Matthei, coloca a Marco Enríquez
Ominami y a Franco Parisi compitiendo por el tercer lugar (con un
promedio de 8% cada uno). El primero, hijo de un connotado ex dirigente
de la izquierda asesinado en dictadura, había logrado en la presidencial
anterior (2009) una altísima votación, situación que influyó, según
todos los conteos posibles, en que la derecha lograra ganar la
Presidencia.
Parisi, un aparecido, liberal independiente, con un particular discurso
de centro derecha, se ha ido imponiendo entre los votantes –muchos-
desencantados de la política “tradicional”.
Los restantes son: un ecologista; un ex demócrata cristiano
independiente; un académico; uno que pareciera representar a la
izquierda extrema/anarquista.
También está una tercera mujer: Rosana Miranda, la que se ha instalado
con un discurso que busca representar a los sectores más populares del
país en una candidatura novedosa pero testimonial.
Estreno del Voto voluntario
Esta es la primera vez que una elección presidencial y parlamentaria se
realiza con la nueva ley de “voto voluntario”. Hasta el 2012, las
personas debían estar inscritas en los registros electorales y era
obligación votar.
Hoy, el que no se levante y opte por no asistir a las urnas no será
penado por la ley. Además, hasta esos años muchos de los jóvenes no se
involucraban y por tanto no tenían derecho a sufragio.
Así las cosas, se estima que más del 80 por ciento de los votantes
serían mayores de 50 años porque son quienes aprecian su derecho a voto,
ya sea por espíritu cívico heredado o porque en su lucha contra la
dictadura fue lo que finalmente les dio el triunfo final.
Sin embargo, todas son proyecciones y los que se pondrán a prueba
también son los tradicionales centros de estudios y de encuestas que
esta vez rendirán cuenta pública de los aciertos o desaciertos de sus
metodologías de previsión.
En lo único que los 9 presidenciables y sus respectivos candidatos a
senadores y diputados están de acuerdo es en un solo llamado a los
chilenos: vayan a votar.
Hay, no obstante, algunas variables relevantes a la hora de prever la
participación o abstención en las urnas. Primero, los jóvenes han sido
protagonistas de las demandas y movilizaciones sociales y, aunque no
tienen un candidato único que respalden, han demostrado intención de
voto e interés en generar una lucha política “desde dentro del poder”
Segundo, se desconoce si la derecha tendrá la convicción suficiente de
sufragar por sus opciones a senadores y diputados aunque sepan de
antemano que su votación presidencial va a perdedora.
Y, tercero, es posible que se incorporen votantes que apoyen a algunos
candidatos que provienen directamente del mundo estudiantil que se
movilizó activamente; a los defensores de la diversidad sexual y otros
grupos que han emergido con fuerza en estos años de demandas; y/o a
representantes de regiones que han sido protagonistas de
reivindicaciones que han sido apoyadas a lo largo de todo el país.
Lo que está en juego
En los cuatro años que dura la presidencia en Chile, sin posibilidad de
reelección, son pocas cosas las que pueden hacerse, especialmente en
materia de leyes estructurales. Sin embargo, la inminente futura
presidenta ha centrado sus promesas en tres reformas: educacional,
tributaria y constitucional.
Lo educacional es el eje que cruza la agenda de todos los candidatos. La
demanda del movimiento estudiantil, apoyada por más del 80 por ciento
de la población, logró sus frutos por la relevancia que ha cobrado en
estas elecciones: fin al lucro y educación gratuita y de calidad para
todos.
La reforma tributaria, propuesta por Bachelet, incluye – entre otros
aspectos- el aumento de los impuestos a las empresas con el fin de
financiar los cambios estructurales que la educación requiere, además de
otras demandas sociales destinadas a paliar en parte la tremenda
desigualdad del país.
Y el inicio de un proceso para cambiar la Constitución de 1980 - que es
el sólido y vigente batallón que dejó la dictadura – sería, finalmente,
una apertura a cambios estructurales de fondo en el país.
La lucha en el Congreso
La principal batalla será, este domingo 17 de noviembre, entre quiénes
logren mayoría en el Senado. Esta vez se elige la mitad de los Senadores
y la totalidad de la cámara de diputados (120).
Este resultado marcará la posibilidad real o no de llevar a cabo la
agenda propuesta por Bachelet. Ella debe lograr al menos dos tercios de
ambas instancias para avanzar -en algo- en la reforma constitucional
(base de las demás).
El actual sistema binominal (que es el primero que se requiere cambiar
en la Constitución) no traslada directamente el porcentaje de votos a
sus candidatos. Sólo permite elegir al primero de la lista a votar o a
ambos en el caso de “doblar” a la coalición contrincante. Por tanto, al
menos en materia de senadores, la Nueva Mayoría necesita ganar ambos
candidatos en al menos cuatro de los siete distritos en disputa, lo cual
ha ocurrido en escasas oportunidades en los últimos 20 años.
Dadas las cosas, el resultado es incierto. Lo que se dará el domingo
será voto a voto para doblar en la mayoría de las regiones o distritos o
perder definitivamente las posibilidades de iniciar cambios reales a
partir de las leyes en el Congreso.
Y también, entonces, se jugará la credibilidad de la Nueva Mayoría.
Lograr o no cumplir sus promesas será clave para enfrentar, en sólo
cuatro años más, a la derecha, seguramente refortalecida en su eterna
disputa por el poder.
Dejar atrás el golpe de Estado y marchar hacia un
país soberano, inclusivo y justo y fuera de la injerencia de los Estados
Unidos
(Por Katu Arkonada)*
ALAI AMLATINA, 07/11/2013.- El 24 de noviembre se celebran elecciones
presidenciales en Honduras, elecciones que pueden servir para dejar
definitivamente atrás el golpe militar, político y económico iniciado
contra el pueblo hondureño el 28 de junio de 2009 cuando fuerzas
militares detuvieron y sacaron del país al presidente legítimo Manuel
Zelaya.
En un continente con una historia de golpes militares y democracias
excluyentes, no es casualidad que el primer golpe de Estado del siglo
XXI se diera en la patria de Morazán, que a pesar de tener un presidente
de centro-izquierda del Partido Liberal, había conseguido que en 2008
la mayoría del Congreso (con la abstención del Partido Nacional)
aprobara la incorporación de Honduras a la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Después del golpe de Estado se conformó el Frente Nacional de
Resistencia Popular, germen y núcleo de lo que vendría a constituirse
después, la formación política Libre (Libertad y Refundación), nacida
para impulsar la candidatura presidencial de Xiomara Castro (foto),
esposa y compañera de Mel Zelaya.
Hoy Libre, una confluencia de movimientos sociales y sectores
liberales zelayistas, puede venir a romper en Honduras el bipartidismo
tradicional entre el Partido Liberal y el Partido Nacional, dejando
atrás el golpe de Estado no resuelto con la victoria en noviembre de
2009 del actual presidente Porfirio Lobo, del Partido Nacional. Xiomara
Castro se mantiene desde junio 10 puntos arriba en las encuestas de
intención de voto, aunque en las últimas semanas las encuestadoras
hablan de un empate técnico con Juan Orlando Hernández, Presidente del
Congreso y candidato del Partido Nacional.
El golpe de Estado continúa
Cuando se escribe que el golpe de Estado no ha terminado, no es
simple retórica. En las últimas semanas han sido innumerables ataques
los que está sufriendo Libre por parte del paramilitarismo con nexos con
algunas elites políticas y económicas.
El último asesinato se produjo el 23 de octubre, cuando el ex
camarógrafo de Zelaya y militante de Libre Manuel Murillo fue baleado
después de que le hubiesen sido otorgadas medidas cautelares por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, medidas motivadas por un
secuestro al que había sido sometido por fuerzas policiales.
En días recientes, la ex Vicecanciller de Zelaya y candidata a
diputada por Libre Beatriz Valle, ha denunciado amenazas de muerte
contra su persona y la intención de abandonar Honduras tras reunirse con
el Fiscal General. Desde la Alianza hondureña por los Derechos Humanos
se ha señalado como responsables de estas amenazas de muerte a grupos
económicos con nexos con el Partido Nacional y Liberal (1).
Pero la persecución política no es únicamente contra Libre, sino
también contra los movimientos sociales en su conjunto. En septiembre se
dictó una orden de prisión contra la luchadora social Bertha Cáceres,
coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones y Pueblos Indígenas de
Honduras (COPINH), defensora del agua, los ríos y la cultura del pueblo
Lenca, acusada de usurpación, coacciones y daños contra la empresa
Desarrollos Energéticos, que construye una hidroeléctrica en la
comunidad indígena lenca de Río Blanco(2).
Por si no fueran poco las agresiones directas, hay otros indicadores
quizás un poco más sutiles, pero no menos preocupantes. Romeo Vásquez
Velásquez, militar directamente implicado en el golpe de 2009, hoy es
candidato presidencial por la Alianza Patriótica Hondureña con
declaraciones como esta: “si por hacer prevalecer la Constitución en mi
país la gente me considera golpista, entonces lo soy”(3). Uno de los
candidatos a diputado de Vásquez Velásquez es Billy Joya, ex miembro del
tristemente famoso Batallón de Inteligencia 3-36, grupo paramilitar de
las Fuerzas Armadas acusado de numerosos secuestros y desapariciones en
la década de los ochenta.
Asimismo en agosto el Parlamento hondureño aprobó la Ley de la
Policía Militar del Orden Público (PMOP), ley que Libre ha denunciado
como inconstitucional, y que bajo la excusa de combatir la delincuencia y
el crimen organizado, militariza la policía convirtiendo Honduras en un
territorio bajo estado de excepción permanente. Algo similar expresa la
Declaración de la Plataforma del movimiento social y popular de
Honduras reunido en la ciudad de Siguatepeque los pasados 2 y 3 de
noviembre: “Rechazamos el proyecto militarista y represivo del gobierno y
que el candidato oficialista a la presidencia de la Republica se ha
dedicado a promover y a profundizar la violencia y pobreza, impulsando
desde el congreso nacional la aprobación de nuevas leyes, acciones
ilegales encaminadas a terminar con la escasa institucionalidad formal y
la creación de nuevos cuerpos armados y entrenados para intimidar y
reprimir a dirigentes, luchadores-luchadoras, comunidades y
organizaciones populares en general.”
Plan de gobierno de Libre
Esa misma Declaración denuncia “la profundización del despojo y
saqueo de los bienes comunes y recursos de nuestras comunidades,
promovida por las grandes corporaciones nacionales y transnacionales
coludidas con el gobierno, con el argumento de impulsar un desarrollo
que desconocemos porque sólo enriquece a unos pocos a costa del
empobrecimiento de la mayoría de la población, el incremento de las
desigualdades sociales y el deterioro de la vida en el planeta.”
Además, el movimiento social y popular hondureño propone una Asamblea
Constituyente que refunde el país, un modelo económico alternativo al
neoliberalismo y el rescate de lo público. Estas demandas coinciden con
los ejes centrales del Plan de Gobierno de Libre, recientemente
presentado por Xiomara Castro. El Plan se ubica en una lectura de la
situación política en la que Honduras, según datos de Naciones Unidas,
había conseguido bajar la pobreza entre 2006 y 2009 por debajo del 60%,
porcentaje que desde 2010 comenzó a subir de nuevo, estando actualmente
en torno al 68%. Asimismo se ha producido en los últimos cuatro años una
desaceleración económica, unida a una reducción de los ingresos del
Estado (disminución de 3.4 puntos porcentuales del PIB).
Ante esta dramática situación, Libre propone un Pacto Social
incluyente y una Asamblea Nacional Constituyente que refunde el país
mediante una nueva estructura estatal y un nuevo marco jurídico e
institucional. Libre propone también el concepto de socialismo
democrático y su plan cuenta con tres ejes transversales: el de los
Derechos Humanos, la Igualdad y Equidad de Género y la Descentralización
del Estado.
Una mirada hacia delante
Parece evidente que el golpe de Estado en Honduras provocó una
pérdida de soberanía en todos los terrenos, político, económico e
incluso territorial, pues ya se ha anunciado que los Estados Unidos
planean construir la mayor base militar de América Latina(4) (ya tienen
dos en Palmerola y Mosquitia) en suelo hondureño.
Por lo tanto no sólo el valiente pueblo hondureño que salió a las
calles a protestar contra el golpe de Estado (y fue masacrado por ello)
se juega mucho en estas elecciones, sino también el conjunto de
Centroamérica y por extensión el conjunto de América Latina, pues
Honduras se puede convertir en un elemento clave de orden geopolítico
para inclinar la tensa balanza entre una Alianza del Pacifico que busca
erosionar los procesos de integración continental, y un ALBA que busca
reafirmar un orden geopolítico multipolar que mire más hacia el Sur y
fomente procesos posneoliberales.
Ahora es cuando, hay que aprovechar la oportunidad abierta por el
golpe, que es en realidad el que ha destrozado el bipartidismo y los
tradicionales equilibrios de poder, abriendo una ventana de oportunidad
para desterrar definitivamente el golpe de Estado y construir una
sociedad más libre, soberana y con justicia social que pueda
incorporarse al proceso de integración latinoamericana.
La posibilidad de que Xiomara Castro y Libre ganen las elecciones y
las elites políticas y económicas desconozcan los resultados, o el poder
militar (que controla el traslado de las urnas del campo a Tegucigalpa
la noche electoral) dé un nuevo golpe de Estado por más que sea blando o
encubierto, están ahí, y por eso es importante que la comunidad
internacional esté alerta. Ya se están organizando las delegaciones
internacionales que acompañaran el proceso electoral, tanto a nivel
político como de la sociedad civil.
Por si no fueran poco los obstáculos, tanto el Tribunal Supremo
Electoral, como el Registro Nacional de Personas, ambas instituciones
necesarias para llevar a cabo el proceso electoral, están conformadas
por miembros de los partidos Nacional y Liberal, sin presencia de
militantes o simpatizantes de Libre, lo que obstaculiza aún más si cabe
el normal desarrollo de las elecciones presidenciales.
Todavía nos duele Honduras. Hagamos que sea el último golpe de Estado
de una América Latina que recupera su dignidad y soberanía y emprende
camino hacia un horizonte posneoliberal y también poscapitalista.
*Gracias a Zulmit Rivera, de la Juventud del Partido Libertad y
Refundación (Libre), por los comentarios que han enriquecido este texto.
La historia del Canal de Panamá como centro de la
expansión de los Estados Unidos en territorio latinoamericano. Los
terrenos pertenecientes a Colombia, las gestiones de los Departamentos
de Estado norteamericano y panameño y una más de las tantas estrategias
económicas de apoderamiento regional.
El 3 de noviembre de 1903, Colombia perdió al Departamento de Panamá y
los Estados Unidos se apropiaron de la zona del canal. Esos sucesos
deben ser estudiados en el contexto general de la expansión de los
Estados Unidos en América latina y no pueden ser considerados como
resultado de una disputa doméstica entre panameños y colombianos. Medio siglo de agresiones contra territorio panameño. En
noviembre de 1903 se cerró un ciclo de agresiones de los Estados Unidos
contra el Panamá colombiano, que ya había sido ocupado en 14
oportunidades durante el siglo XIX. En 1856, fue invadida Panamá por
primera vez, a raíz del llamado incidente de la sandía –una riña
provocada por un aventurero del norte que se negó a pagar un pedazo de
fruta a un negro panameño, lo que dejo un saldo de 15 muertos entre los
estadounidenses.
Los Estados Unidos intervenían en Panamá por los más diversos pretextos:
asegurar la neutralidad y funcionamiento del Ferrocarril de la Panama
Railroad; proteger sus propiedades y súbditos; responder a los llamados
de los funcionarios liberales o conservadores que los solicitaban para
enfrentar a sus adversarios durante una guerra civil; obligar al
gobierno colombiano a abrir el puerto de Colón durante una epidemia de
cólera, como sucedió en 1895. En fin, cualquier disculpa era buena para
ocupar militarmente a Panamá, lo cual se facilitaba jurídicamente,
puesto que en 1846 el gobierno colombiano había firmado con los Estados
Unidos el tratado Mallarino-Bidlak, aceptando que éstos últimos
mantuvieran el libre tránsito y la neutralidad del Istmo.
La presencia de los Estados Unidos en Panamá era también económica y
cultural, puesto que individuos de ese país controlaban importantes
actividades relacionadas con la banca, el comercio y la navegación,
tanto en los puertos de Panamá y Colón, como en zonas agrarias dominadas
por la United Fruit Company. Así mismo, se publicaban periódicos en
inglés, dirigidos y financiados por ciudadanos de los Estados Unidos, a
través de los cuales se fomentaba el racismo y se generaba un
sentimiento separatista entre algunos sectores de las elites locales,
directamente vinculados con el ferrocarril.
Por todo lo anterior, no sorprende que los Estados Unidos hayan fraguado
la separación de Panamá en 1903, donde ya habían abonado el terreno con
mucha anterioridad. Estados Unidos salta a la palestra mundial. La creación de
Panamá se inscribe en el marco de las transformaciones del capitalismo
en los Estados Unidos que, tras la guerra de secesión, logró la
unificación completa de su territorio y experimentó un impresionante
crecimiento económico. Estas transformaciones internas posibilitaron que
la Unión Americana compitiera con sus rivales europeos y consolidara su
patio trasero en el Caribe a fines del siglo XIX, apoderándose de las
Islas Hawai en 1895, de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, tras derrotar a
España en una breve guerra, en 1898, y de Panamá en 1903.
En la estrategia imperialista de los Estados Unidos, Panamá era un
territorio codiciado, como ya lo había advertido en 1890 Alfred Mahan,
el ideólogo del poder naval: su control era crucial para dominar el
caribe, facilitar el acceso rápido al Pacífico, integrar sus dos costas,
expandir el comercio hasta el extremo oriente para favorecer
económicamente a la marina mercante y desplegar su fuerza militar por
los cuatro puntos cardinales del orbe.
Sin embargo, Estados Unidos había cometido un error de cálculo al
permitir que el gobierno colombiano acordara que Francia iniciara la
construcción del Canal de Panamá en 1878, mediante la firma del Convenio
Salgar-Wyse. Fernando Lesseps, el ingeniero que había dirigido la
construcción del Canal del Suez, inició las obras de excavación en el
Istmo en 1880. Pero múltiples errores de ingeniería, corrupción,
escándalos y enfermedades tropicales, dieron al traste con los proyectos
de Lesseps. En 1888 cesaron los trabajos de la compañía francesa y
aunque se constituyó una nueva compañía que logró otra prórroga con el
gobierno colombiano, era evidente que los franceses no podrían terminar
el canal de Panamá.
La “independencia” de Panamá se prepara en Wall Street. Tras el fracaso
francés, los Estados Unidos planearon la construcción de su propio canal
en algún lugar de América Central. Nicaragua aparecía como la principal
opción, hasta el punto que la Comisión Walker del Congreso se inclinó
favorablemente por esta vía y el 18 de noviembre de 1901 se firmó un
tratado con ese país para construir el canal. Pero cuando nadie en los
Estados Unidos apostaba un dólar por revivir la ruta de Panamá, ésta
recobró alientos. ¿Qué produjo este súbito cambio?
Para explicarlo es necesario recordar a los personajes centrales del
drama que terminó con la separación de Panamá: el imperialismo
estadounidense que necesitaba un canal, y Teodoro Roosevelt, un
expansionista de pura cepa acostumbrado a resolver los problemas
mediante la fuerza, no se iba a detener ante nada para llevar a caso sus
proyectos; la quebrada compañía del Canal de Panamá, que se negaba a
perder sus inversiones, era representada por el ingeniero Philippe
Bunau-Varilla; los especuladores financieros de los Estados Unidos,
encabezados por el abogado neoyorquino William Nelson Cromwel, que a su
vez era el representante legal de las Compañías del Canal y del
Ferrocarril; sectores minoritarios de las elites panameñas, empleados de
la compañía del ferrocarril, tales como Manuel Amador Guerrero y José
Agustín Arango; el gobierno colombiano, encabezado por José Manuel
Marroquín, que sólo estaba interesado en conseguir recursos económicos
para mantener la guerra civil y derrotar a sus rivales del partido
liberal, antes que en defender la soberanía nacional.
Para convencer al gobierno de los Estados Unidos en la construcción del
canal por la vía de Panamá se constituyó un poderoso grupo de presión,
formado por capitalistas de Wall Street, con el objetivo de apoderarse
de los 40 millones de dólares de la compañía francesa. Estos
especuladores procedieron a comprar las devaluadas acciones de esa
compañía para luego revenderlas al gobierno de los Estados Unidos, un
negocio fabuloso, ya que invirtieron tres y medio millones de dólares y
recibieron a cambio cuarenta millones. Finalmente, Bunau-Varilla y
Cromwell recurriendo al cabildeo, lograron convencer al Senado de los
Estados Unidos, el cual aprobó en 1902 la llamada Ley Spooner que
autorizaba al gobierno de Roosevelt a construir el canal por Panamá.
Los especuladores tenían la vía libre en los Estados Unidos para cumplir
sus propósitos, pero debían convencer al gobierno colombiano para
llegar a un acuerdo con los Estados Unidos. Mediante presiones sobre los
diversos representantes de Colombia en Washington, en enero de 1903 se
firma el tratado Herrán-Hay en el que se concedían muchas prebendas a
los Estados Unidos –una franja de 5 kilómetros a cada lado de la vía;
islas, ríos, lagos y puertos, jurisdicción especial– a cambio de la
irrisoria suma de 250.000 dólares, similar a la que el gobierno
colombiano ya recibía por el ferrocarril.
Cuando el texto del tratado fue conocido en Panamá y Bogotá suscitó una
ola de indignación perfectamente justificada porque atentaba contra la
soberanía colombiana. A pesar de las presiones y chantajes a que fue
sometido, en agosto de 1903 el Senado colombiano rechazó en pleno el
tratado.
Cuando la noticia se conoció en los Estados Unidos, desde allí se puso
en marcha el Plan B, que consistía en organizar una conspiración para
“independizar” al Departamento de Panamá y convertirlo en un
protectorado dependiente de Washington. En esa conspiración
intervinieron Roosevelt y Hay como conductores políticos y militares,
Bunau Varilla y Cromwell, como organizadores, y los “próceres”
panameños, Amador Guerrero, Arango y otros como las fichas locales de la
separación. En Estados Unidos se planearon todos los detalles. Se
escogió el procedimiento a seguir, consistente en declarar la
independencia en Panamá y Colón para luego solicitar el reconocimiento
de los Estados Unidos. Se fijó la fecha de la “revolución” para el 3 de
noviembre, para que coincidiera con un día de elecciones en los Estados
Unidos. Se asignaron las claves con las que se debían comunicar los
conspiradores –Amador Guerrero era “Smith” y “Jones” era Bunau-Varilla–.
Incluso, se redactaron los telegramas que luego del 3 de noviembre se
le enviaron al aventurero francés designándolo Representante
Plenipotenciario de Panamá ante el gobierno de los Estados Unidos. El
plan se cumplió a la perfección, de acuerdo a lo previsto, sin demoras
ni dilaciones.
Para efectuar la “revolución de Panamá” se repartieron dólares a granel.
Se sobornó a Lorenzo Marroquín, hijo del primer mandatario, para
designar a José de Obaldía como Gobernador de Panamá, lo que equivalió a
“darle las llaves al ladrón” ya que este senador nunca había ocultado
sus intenciones separatistas e incluso afirmaba que “no me importa ser
súbdito de Colombia, de los Estados Unidos, de China, con tal de que mis
novillos se vendan bien”. Se concedió una pequeña fortuna al general
Esteban Huertas para que, junto con el Batallón Colombia, se pasara a
las filas de los conspiradores y apresara a los generales colombianos
que habían llegado al Istmo el día 3 de noviembre. Se compró al coronel
Torres en Colón por ocho mil dólares para que abandonara sus intenciones
de defender la soberanía colombiana y regresara a Cartagena.
Junto con el dinero procedente de los Estados Unidos, el gobierno de esa
potencia utilizó la fuerza para impedir que las tropas colombianas
recuperaran el territorio de Panamá, mediante el emplazamiento
estratégico de sus barcos de guerra. Desde ese momento se inició la
ocupación militar estadounidense de la zona del canal que se prolongaría
hasta el 31 de diciembre de 1999. Así mismo, el gobierno de los Estados
Unidos violó el derecho internacional en otros terrenos, al ordenar la
intervención abierta de los funcionarios de la compañía del ferrocarril y
de sus diplomáticos en la organización del complot, prohibiendo el uso
del ferrocarril a las tropas colombianas e interrumpiendo las
comunicaciones con Bogotá, al cortar el cable submarino de Buenaventura.
Mientras el complot se desarrollaba sin contratiempos en suelo istmeño,
el gobierno de Marroquín ni siquiera se daba por aludido sobre lo que
estaba aconteciendo, y cuando finalmente, vía Quito, supo la noticia,
¡solicitó a los Estados Unidos que intervinieran en Panamá para
salvaguardar la soberanía nacional! Mientras Marroquín hacia versos
endecasílabos y saboreaba el chocolate santafereño, la porción más
importante del territorio colombiano era robada por los Estados Unidos.
Cuando finalmente Marroquín comprendió la magnitud del acontecimiento,
simplemente atinó a decir que no había por qué lamentarse: había
contribuido al “engrandecimiento de la patria” ya que al comienzo de su
mandato había recibido un país y en 1903 entregaba dos.
Con permiso del autor y licencia de Creative Commons.
Ya el enemigo oligarca declara, reconoce directamente, que el 9
cobrará las elecciones del 8. Capriles amenaza que si el gobierno no
acepta el veredicto que ellos den a través de sus organismos espurios,
eso justificará el conflicto, que algunas piensan que ya está en
desarrollo. El Gobierno Revolucionario está al tanto del peligro, toma
medidas, la creación de más de trescientos observatorios de paz son
parte de ellas.
En esta situación es urgente estudiar las posibles hipótesis de
conflicto que estudia el enemigo oligarca: una puede ser el golpe de
madrugada, el llamado golpe de palacio, otra puede ser repetir abril,
remota por repetida y conocida. Es necesario estar preparados para todas
las posibilidades de ataque, hasta para la locura de un dron contra el
Presidente Maduro. Sin embargo, una hipótesis cobra más fuerza, apunta
más en el ambiente. Veamos.
El primer ingrediente de esta hipótesis es que la oligarquía nunca da
sus batallas, siempre busca humildes que le sirvan de carne de cañón, de
manera consciente o inconsciente. Desde hace tiempo están trabajando a
los humildes para que, por metas mezquinas, sacrifiquen la posibilidad
de cambio profundo, de cambiar la relación social que los apabulla, de
acabar con el capitalismo.
En esta preparación se inscriben los estímulos al egoísmo, a salidas
individuales, al análisis que sólo toma en cuenta la recompensa
inmediata, la anulación del futuro. De esta manera reclutan humildes
capaces, por una pequeña recompensa material, de crear un tumulto, un
saqueo masivo que lesione a la Revolución, y después, insensatos, se
retiran a sus casas, quizás ¡oh paradoja! construidas por la Misión
Vivienda, con su saquito de harina, tal vez una o dos laticas de algo… y
el gobierno revolucionario que los ampara, debilitado frente al
oligarca que desprecia a esos humildes que le hacen el trabajo.
Trabajan, esperan, un motín, y lo dicen con descaro. Si revisamos un
artículo de tulio hernández, aparecido en el nacional el domingo 3 de
noviembre, percibiremos el motín que esperan los oligarcas. Dice
hernández:
…“¿En qué punto del conflicto político estamos? Es la interrogante que
más he escuchado recientemente, con justificado desasosiego.
¿La novela ya está a punto de terminar o faltan aún muchos capítulos?
Parece tonto. Los conflictos políticos no son historias con un comienzo y
un final precisos (…) Pero lo cierto es que millones de venezolanos
miran la presencia de Nicolás Maduro y la continuidad del régimen que
preside, como algo que no tiene con qué llegar a su final. A menos que
lo hagan conduciendo al país a una debacle total.
(…) Es cuando entra en juego la imagen cinematográfica del barco que, a
la manera de las historias de Joseph Conrad en El Corazón de las
Tinieblas, recorre lentamente un río del trópico inclemente, envuelto en
brumas, semana tras semana, en medio de una expectativa sepulcral de
que algo grave va a ocurrir. Un asalto inesperado. Un motín. Un
naufragio.
(…) En la Venezuela contemporánea todo es como un espejismo. Nada es lo
que parece, independientemente de si lejos o cerca del final de la
novela, estamos en medio de una curiosa ralentización del relato. Es
como si ahora el refrán estuviese al revés: ‘Después de la calma viene
la tempestad’.
(…) Muchos, entre los demócratas, se quejan de que no hay respuesta. Que ya ha debido ocurrir un Caracazo.
(…) A los rojos se les agotó el discurso. Y los petrodólares. Y a la
dirigencia opositora la capacidad para conducir el descontento. Hay un
guión claro sólo hasta el 8 de diciembre. Pero como bien dice Alonso
Moleiro, la salida es electoral pero los problemas de la gente no son
electorales. Por ahora la palabra futuro está suspendida en Venezuela.
El 8 de diciembre votamos. Esa misma noche las mayorías democráticas
necesitarán un guión. No una improvisación. Volver a usar con entusiasmo
la palabra futuro es la urgencia”.
Frente a esto, que es sólo una pequeña muestra de las intenciones declaradas de la oligarquía, ¿qué hacer?
Lo primero es ubicar la batalla en su lugar. Lo repetimos, el escenario
es el alma de la masa, si ésta reacciona de manera egoísta la Revolución
será derrotada, y un motín es la suma de esos egoísmos. Si, en
contraste, reacciona de manera solidaria, con visión de sociedad, de
futuro socialista, disciplinadamente, la Revolución triunfa. Esta es una
meta concreta para los medios nuestros, la radio, la televisión, los
programas, estimular esos valores para elevar la Conciencia del Deber
Social, para, en resumen, ir ganando la guerra que ya está en
desarrollo.
Es un buen momento para que regresen los cuarto bates, los que tienen
una conexión con el pueblo labrada en años. Es un buen momento para
rectificar, sería una buenísima señal el regreso de La Hojilla al
combate… Estaríamos demostrando que entendemos la gravedad de la
situación y que ponemos la existencia del sueño de Chávez sobre
cualquier consideración.
Twitter sacó de circulación las cuentas de más de
6000 seguidores de Maduro. Una injerencia más del imperio. Hay
elecciones el 8/12
(Natacha Salazar Pinto) Corresponsalía Venezuela El gobierno venezolano reclamó a la red social estadounidense Twitter
la suspensión de cuentas de al menos tres de sus ministros, dos medios
de comunicación del Estado, dos ministerios y más de 6.000 seguidores
del presidente Nicolás Maduro. Como en noviembre de 2007, cuando el presidente venezolano Hugo
Chávez advirtió al Rey de España, Juan Carlos I, "NO NOS CALLARÁN
NUNCA", el actual presidente venezolano Nicolás Maduro repite "NO NOS
CALLARÁN". Esto, después que la red estadounidense Twitter sacó de
circulación las cuentas de más de 6 mil de sus seguidores, tres de sus
ministros y dos medios de comunicaciónde estatales. El gobierno
venezolano lo atribuyó a una "intencionalidad política" en el marco de
las elecciones municipales del 8 de diciembre. “No nos van a callar. No nos van a detener. La Revolución, con su
verdad gigante, sigue a paso de vencedores", dijo Maduro en un acto
transmitido por la televisión estatal. Poco después, reiteró en su
propia cuenta Twitter: "La batalla por la verdad de nuestra Patria
continuará (...) y nadie nos callará ¡Somos hijos de (Simón) Bolívar y
(Hugo) Chávez!". Más tarde, su ministra de Comunicación, Delcy Rodríguez, explicó que
la abrupta pérdida de más de 6 mil seguidores de forma simultánea en la
cuenta de Maduro en Twitter tiene "una intencionalidad política".
Precisó que el jueves 31 de octubre a las 17:50 la cuenta del mandatario
tuvo una alarmante pérdida de seguidores "que no podemos entender"...
La trayectoria normal de crecimiento de la cuenta @NicolasMaduro "es de
10 y 20 seguidores por cada 10 minutos”, dijo Rodríguez. “A las 5:50 pm hay una abrupta caída. ¿Qué pasa en este momento? La
empresa Twitter decide suspender al mismo tiempo más de 10 mil cuentas;
entre otras a ministros y a esta servidora". Se trata de “un ataque
masivo y hay que denunciarlo como tal (...) Vamos a acudir a los
mecanismos oficiales. Vamos a demandar a la empresa porque exigimos una
explicación... Vamos a esperar la respuesta", añadió. Unas 24 horas
después de la denuncia, la ministra aseguró que "un pequeño porcentaje"
de las cuentas de los seguidores de Maduro suspendidas, habían sido
reestablecidas tras un reclamo formal a la empresa. Por su parte, Maduro estimó que la suspensión de cuentas a los
chavistas hace parte de un plan para generar desestabilización con miras
a las elecciones municipales de su país el 8 de diciembre. Alertó que
para el próximo 9 de noviembre, sectores radicales de la oposición están
convocando una marcha, justamente a través de las redes sociales. "La oposición venezolana quiere ocasionar eventos de gran magnitud,
de impacto negativo contra la vida económica, social y contra la paz del
país para que las elecciones 8 de diciembre sean suspendidas", dijo
después de recordar que el pasado 14 de abril, día de las presidenciales
en las que fue electo por una cerrada diferencia de 1,49% de los votos
sobre el opositor Henrique Capriles, su cuenta fue "sacada de
circulación". Horas después de los comicios, la oposición desconoció el
triunfo del sucesor de Chávez y desató una ola de violencia que ocasionó
la muerte a DOCE seguidores del chavismo. Publicado en: http://nos-comunicamos.com.ar/content/venezuela-denuncia-no-nos-callaran