martes, 12 de agosto de 2014

Escritora de Estados Unidos propone bombardear México “como a Gaza”, por RT y Nos Comunicamos del 10-08-14


 
Arriba: Ann Coulter
 
RT – Ann Coulter, escritora de tendencia conservadora, pide que EE.UU. trate a México como Israel hace con Gaza y propone endurecer las medidas de control en sus fronteras, principalmente la que tiene en el sur con México.
Durante su intervención en el programa de debate de Sean Hannity en Fox News, la columnista conservadora dijo sentirse “invadida” por los migrantes de todo el mundo y ha sugerido que para resolver el problema migratorio en EE.UU. el país debería bombardear México como Israel hace en la Franja de Gaza, informa ‘Vanguardia’.Además, la controvertida invitada señaló que los problemas fronterizos de EE.UU. se acabarían si Barack Obama actuara como lo hace el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Gaza. “Netanyahu podría resolver nuestros problemas en la frontera de la manera en la que resuelve los suyos”, comentó.Para justificar su demanda, Coulter culpó a los cárteles de la droga en México de la violencia que hay en algunas ciudades de Estados Unidos. “Desde hace un año el jefe de la DEA piensa que el aumento de los homicidios en Chicago es culpa de los cárteles de la droga mexicanos”, dijo.







Arriba: Mapas de México en 1830 y en 2014...¿QUIÉN INVADE A QUIÉN?

La comentarista conservadora llegó incluso a comparar los túneles por los que pasan drogas y migrantes en la frontera entre México y EE.UU. con los que tiene Hamás en Israel. “En nuestra frontera se han encontrado cientos de túneles por los que pasan drogas, armas, inmigrantes; nos están invadiendo”.
Pese a que Coulter admite que “a veces mueren niños palestinos”, para ella lo más importante es que políticos como Netanyahu no escuchan ni a líderes religiosos, ni a la ONU, ni tampoco a los medios de comunicación, y siguen defendiendo su territorio. “Somos un país, tenemos fronteras, y Netanyahu las hace respetar, ¿por qué no podemos hacer eso en EE.UU.?”, finalizó la polémica columnista.


Publicado en:
http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/escritora-de-estados-unidos-propone-bombardear-mexico-como-a-gaza

domingo, 10 de agosto de 2014

El chavismo después del Congreso del PSUV, por Modesto Emilio Guerrero (para "Miradas al Sur" del 10-08-14)


Miradas al Sur. Año 7. Edición número 325. Domingo 10 de agosto de 2014
El III Congreso del Partido Socialista Unificado de Venezuela, realizado en la última semana de julio bajo las sombras de la transición más compleja del país y el movimiento chavista, deliberó y votó sobre asuntos importantes, cuyos resultados se definirán mucho más allá de la liturgia de su ambiente y sus resoluciones.
Como casi todos los congresos partidarios, cuando representan a movimientos masivos y gobiernos cruzados por múltiples presiones enemigas y tensiones internas, el del PSUV contuvo las principales señales de la transición traumática de Venezuela.
Esas señales se pueden clasificar en económicas, sociales, de conciencia, políticas de gobernabilidad y las más sinuosas pero no por ello menos reales: las que expresan los estados de conciencia en los sectores sociales que componen la base de la organización y sus diversas expresiones ideológicas.
Se trata de tendencias verificables, algunas nacidas hace algunos años, como la fragilidad gubernamental o el agotamiento del modelo económico, otras más recientes, como aquellas que hablan de estados de ánimo declinante en la militancia, en la vanguardia de los cuadros más comprometidos. Al mismo tiempo, también estuvo presente en el encuentro nacional del partido chavista, la orientación de la nueva estructura del poder gubernamental y partidario.
El congreso fue un retrato complejo de ese proceso en marcha. Se consolidaron nuevas instituciones en el armado del sistema político.
Íconos y jefaturas. Una de ellas es la presencia central como segunda figura del poder, del dirigente partidario Diosdado Cabello, actual titular de la Asamblea Nacional, que hace apenas dos años y medio permanecía en los márgenes como un diputado de segunda en una provincia alejada del centro político nacional. Esta vez, Cabello obtuvo muchos votos, superando los obtenidos en el Congreso de fundación del PSUV, en 2007, cuando fue el dirigente menos votado y el único abucheado por los más de 3.500 delegados.
El caso más llamativo de institucionalización fue el del líder bolivariano. Desde los tiempos revolucionarios del siglo XX, con Lenin embalsamado (bajo orden de Stalin), de Mao convertido en ícono milenario de China, o los casos grotescos de purificación espiritual de Henver Hoxa en Albania o del Kim il Sung en Corea, o de figuras del nacionalismo latinoamericano como el de Evita, no hay registro de tamaña canonización de un ser vivo en tiempos presentes.
La Resolución N° 1 del congreso consagró al comandante Chávez como una entidad colocada por fuera de los tiempos y dimensiones humanas: “Reconocer al Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, como Líder Eterno y Presidente Fundador del Partido Socialista Unido de Venezuela, como homenaje amoroso de quienes nos sentimos sus hijos e hijas... En consecuencia... a partir de este mismo momento, toda la militancia socialista reconocerá al Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, como Líder Máximo y Presidente Fundador del Partido Socialista Unido de Venezuela” (Plenaria Nacional del III Congreso Socialista el día 26 de julio de 2014).
También fue institucionalizada la figura de Nicolás Maduro como factor de poder terrenal entre el partido, el Estado y sus Fuerzas Armadas, dándole a esa unidad un nombre que hasta antes de él, sólo ostentó el líder fundador del movimiento bolivariano. Esta vez, la unidad cívico-militar personificada por Hugo Chávez durante 19 años intenta ser asumida por el heredero, sin que ello sea suficiente para garantizar la estabilidad y los equilibrios que imponía la presencia del Comandante.
Para consolidar su rol en un movimiento que no acepta, por ahora, menos de lo alcanzado como ideología de cambio, Nicolás Maduro propuso sus Cinco Tesis en el discurso de Instalación de la Plenaria del III Congreso Socialista: “1. Sin Socialismo no es sostenible la independencia y la soberanía en Venezuela; 2. La tarea más importante de la Revolución Bolivariana en la nueva etapa es el desarrollo de una economía productiva socialista; 3. El socialismo es democracia y la democracia es socialismo; 4. La primera Revolución es en el espíritu; 5. El mundo multicéntrico, pluripolar, y la unión Latinoamericana y Caribeña, garantizan la paz y el equilibrio en el planeta.” (Acta de Decisiones Aprobadas en la Plenaria Nacional del III Congreso Socialista del Partido Socialista Unido de Venezuela. 26 al 31 de julio de 2014)
Uno de los cuestionamientos más sentidos del encuentro fue el método de selección de los delegados. La mayoría fue por cooptación o simple designación de algunas cúpulas regionales. Esta molestia fue condenada en las resoluciones, pero sobre todo en las deliberaciones. Esa vieja mala maña cupular impidió la participación entusiasta de la mayoría militante, que no actúa dentro del PSUV, sino en las Comunas, los consejos, los comités, las cooperativas, los sindicatos de base. En el PSUV funcionan unas 12 corrientes internas, entre las más radicales hasta las más posibilistas. El control en la selección de los delegados impidió que estas corrientes nutrieran al congreso con sus opiniones y aportes, excepto en el caso de una llamada Marea Socialista, que logró posicionarse mediante una interna abierta y participativa con participación de muchos activistas y dirigentes sindicales y comunales y de intelectuales reconocidos del chavismo.
Tres sensaciones. Ese ambiente litúrgico no pudo evitar la presencia de tres personajes centrales que actuaron como sensaciones en el escenario, durante los días de debate y resoluciones. Una, inevitable como una fuerza cósmica, fue la imagen de Hugo Chávez, representada por centenares de retratos móviles que cada delegado mostraba delante de su rostro anónimo, además de gigantografías y pensamientos del Comandante, todo alterado por su voz estentórea emanada de techos, rincones y pasillos del congreso como si estuviera vivo.
El segundo personaje es una sensación más difusa aún, pero más real, representada por la pequeña franja de militantes que acudieron a llamado de la dirección partidaria para ocupar las 980 sillas del Congreso partidario. Aún siendo pocos, en relación con los más de 7 millones de inscriptos o en relación con el total de gente que mantiene una actividad política constante en Venezuela, fue muy expresiva de la realidad en marcha. La mayoría de esos centenares de militantes del PSUV fueron a buscar respuestas a las preguntas que definen la complicada situación del gobierno, el movimiento y el proceso.
El tercer personaje de este Congreso, convertido en una sensación protagónica difusa, brotó de la unidad de los dos anteriores y se llamó incertidumbre.
De sus definiciones en curso dependerá, en buena medida, la perspectiva y la dinámica del proceso revolucionario abierto, tanto como el destino de las conquistas sociales, políticas y culturales de los cinco gobiernos del chavismo entre 1999 y 2019.
Contextos y dilemas. Los hechos, datos y circunstancias que rodearon el evento nacional del chavismo, determinaron sus resoluciones, pero también sus límites. La convocatoria fue hecha en enero de este año, inmediatamente después de la victoria abrumadora del PSUV en las elecciones de alcaldes y concejales. Pero ese mismo mes apareció la señal de la violencia desatada por las fuerzas derechistas apenas treinta días después. El impacto político de los 43 asesinados, los centenares de heridos y presos y los destrozos insoportables en cuatro ciudades, torcieron el rumbo al gobierno imponiéndole mesas de negociación económica y política.
Este escenario era impensable un mes atrás, pero en ellas la oposición pudo imponer algunos retrocesos al gobierno con efectos dañinos para el movimiento y el partido al mismo tiempo. La vanguardia fue conmocionada de una manera que sólo vivió en abril de 2002, porque sintió por segunda vez que todo se había puesto en riesgo.
Al revés del golpe de hace 12 años, en esta ocasión el movimiento chavista no salió por cientos de miles a las calles para enfrentar la embestida fascista. Tampoco la apoyó. Pero esta actitud de deferencia y desapego impidió que la derrota de la “revuelta de ricos” de febrero y marzo, tuviera la contundencia del 13 de abril de 2002, cuando su impacto político-militar impuso un salto en la conciencia popular y abrió el período de mayor transformación revolucionaria en los 15 años del régimen chavista.
Entre la convocatoria de enero al Congreso del PSUV, sobre un triunfo electoral, y su realización a finales de julio, media el más serio retroceso gubernamental en la calle y en la economía y la más sensible preocupación de la amplia vanguardia chavista por su destino y el destino de su gobierno y su proceso. Los delegados llegaron a Caracas cargados con los pesos múltiples de esta incertidumbre social.
Un segundo dato de contexto que condicionó al congreso partidario fue/es el colapso de la economía, un acontecimiento nacional originado a mediados del año pasado por la combinación de dos fuerzas actuantes. Una, es el agotamiento de la política económica aplicada por el Comandante Chávez hasta 2012 (institucionalmente conocida como Proyecto Nacional Simón Bolívar, el nombre vernáculo del plan económico de 2006 a 2012). Ese plan logró introducir fisuras en la economía rentista petrolera tradicional y comenzar a desarrollar nuevos segmentos y ramas industriales. Pero al no poder superar la estructura rentista con una nueva matriz productiva relacionada estrechamente con las economías del ALBA, y sobre todo de Argentina y Brasil, todo lo avanzado se devolvió y la cultura rentista terminó dominando, mediante la irracionalidad burocrática y la corrupción, las grandes empresas y proyectos industriales. El resultado es el descalabro de la producción, la perversión de un financiamiento discrecional en dólares y la ruptura de la cadena de distribución. Esa dinámica regresiva y frágil, bien aprovechada por la derecha enemiga del gobierno de Chávez, hasta 2012, luego de Maduro, terminó por generar el mayor desbarajuste económico y la mayor angustia social, tanto en el pueblo chavista, como en el otro.
Uno de los delgados advierte con inteligencia este asunto: “Nuestro éxito va unido al logro, en el breve plazo, de poner en movimiento la maquinaria productiva agropecuaria e industrial y utilizar con puntería los recursos que nos reporta el petróleo. Si es necesario, como urgente, un Congreso exclusivamente económico”. Y para que se entienda la relación entre las deliberaciones dentro del Congreso del PSUV y la sociedad cotidiana de la que dependen el partido y su congreso como el gobierno, este chavista de base señala los síntomas de la enfermedad: “Nos referimos a los nudos que afectan el día a día de nuestros ciudadanos. Hablamos de lo que la gente siente y piensa, a su manera y sin excesivos tecnicismos, de la economía, de la inflación, de la escasez de una lista de productos alimenticios, del acaparamiento que no se castiga, del contrabando con cómplices que no termina, de la lista de corruptos, rateros y ladrones privilegiados, para quienes la aplicación de la Justicia no llega porque raudos y veloces salen a sus anchas por los aeropuertos.” (“Después del Congreso”. Juan Azócar, Aporrea 05/08/14)
Un tercer dato fundamental que rodeó las deliberaciones del III Congreso del PSUV fueron las luchas y demandas sociales y el debate sobre ellas dentro y fuera del partido. Desde el año pasado, se registra un crecimiento de las luchas obreras y no obreras contra la reducción del ingreso salarial y el derecho a contratar derechos colectivos. Uno de los retrocesos impuestos por las Mesas Económicas de negociación con la oposición desde abril de este año, es el serio intento de desmontar la estructura legislativa progresista que protege derechos básicos del trabajador. Uno es el de la estabilidad, otro muy doloroso a los patrones es el que los obliga a pagar todos los gastos en salud laboral mediante un organismo de poder interno llamado el Comité de Salud Laboral. Pero el retroceso fue más lejos: por primera vez, los capitalistas se atrevieron a solicitar la devolución de plantas expropiadas o estatizadas y puestas bajo control obrero, y por primera vez, también, una parte del gobierno se atrevió a dejar abierta una puerta a esa solicitud.
El ambiente que rodeó las deliberaciones del PSUV y el estado de ánimo de buena parte de los delegados, impidieron a la dirección partidaria someter ese tema a consideración. De hecho, el acto inaugural estuvo cruzado por la tensión entre Diosdado Cabello, segunda figura en el Congreso y en el gobierno, por haber atacado a los trabajadores en lucha de la más grande empresa metalúrgica, Sidor, la misma de donde la base obrera echó a la multinacional argentina Techint. “Los sidoristas amenazados por Diosdado Cabello dieron una respuesta contundente con una movilización masiva y una respuesta pública a estas amenazas que se convirtió en la noticia más debatida en el país horas antes de iniciarse el Congreso del Partido” (“El Congreso del PSUV y la Venezuela que viene”. Carlos Carccione, Aporrea, 05/08/14)
Por el peso específico que manifiestan en el conjunto del movimiento obrero venezolano, ambos casos manifiestan las tendencias de una realidad que va mucho más allá de la clase trabajadora industrial. En realidad, es una de las maneras en que el conjunto de la sociedad está manifestando su descontento con una realidad económica y social incómoda, por momentos angustiosa.
El tercer elemento importante en el contexto que rodeó al III Congreso, fue el debate ideológico, político y programático que cruza en varias direcciones la vida interna del chavismo. Este fenómeno comenzó con la enfermedad de Chávez y se potenció desde su muerte atravesando el año y medio de gobierno de Nicolás Maduro. Es un debate transversal del que participan los militantes dentro de sus organismos, o mediante sus comunas, sindicatos, comités y consejos, sin excluir a muchos cuadros de las fuerzas armadas.
Para los enemigos de derecha e izquierda del chavismo, dentro y fuera del país, las discusiones al interior del movimiento bolivariano, eran el síntoma que anunciaba su explosión y muerte, y con ella, lo más deseado por ellos: la desaparición para siempre del gobierno fundado por Hugo Chávez y continuado por Nicolás Maduro. Este desprecio por la democracia deliberativa y la cultura de rebeldía que identifica al movimiento chavista, les jugó una mala pasada. De esa controversia múltiple han surgidos las renovadas energías, muchas veces teñidas de ilusión, con la que llegaron al III Congreso casi mil delegados. Todas las presiones desde la maquinaria del poder y el partido y el propio desgaste al interior de la militancia, no han logrado borrar esta manera de comportarse del chavismo.
El III Congreso contuvo la tensión entre por lo menos tres distintas tendencias: la rebeldía de una parte de la base, el control de la cúpula y una conducta pasiva, de retroceso ideológico, deferente y acomodaticia en un sector del chavismo que entiende que no hay que avanzar más, que es suficiente con lo avanzado. Quizá se trate de una forma de cansancio social en franjas de masas que no sienten correspondencia entre el sacrificio puesto al servicio del gobierno, su partido y sus líderes y los resultados en la vida cotidiana.
De las manifestaciones de rebeldía hay suficientes muestras. Veamos las que hablan de la tendencia al desánimo y la connivencia.
De las expresiones escritas del Congreso, extraigo una que retrata esta tendencia a consolidar un modo de ser en el que la transformación se subordina a la conformidad y la resignación, la conducta crítica se somete a la doctrina oficial y la ideología se arrodilla ante los símbolos mediante los cuales el culto a la personalidad conforman una nueva fe, sin la cual no es posible el dominio de alguna minorías:
“El III Congreso se ha grabado para siempre en las páginas de la historia venezolana, las UBCH y sus delegadas y delegados nos dieron muchas victorias políticas, menciono ocho:
El Comandante Supremo Hugo Chávez es a partir de ahora nuestro Presidente Fundador y Líder Eterno del PSUV, un reconocimiento a nuestro padre y mentor político, nuestro guía y faro al Socialismo.
Por aclamación Nicolás Maduro asume la presidencia del PSUV y lo ratificamos como nuestro líder conductor y orientador hacia la consolidación del Partido y del Socialismo.
El chavismo nace como nueva doctrina política: ser chavista implica asumir un conjunto de valores, de prácticas, de conocimientos y estudios, constituye una nueva cultura política, se definirá para que no quede sujeto a interpretación de cada quien.
El Congreso obtuvo la atención de todos los sectores de la sociedad venezolana y de la comunidad internacional, nos crecimos y dejamos claro que somos una organización política distinta, nueva, con mucha mística.
Dejamos constancia de que somos ejemplo de democracia: un partido que no le teme a sus bases, toda su militancia puede expresarse, está organizada, gozamos del derecho a la participación, es un partido públicamente critico y autocritico, fundamental en el ejercicio de la democracia.
Internacionalizaremos la lucha, Venezuela es la referencia del Socialismo en el mundo, por tanto tomamos la iniciativa de llamar a las organizaciones de izquierda del planeta, la vorágine imperialista es global y por ello la unidad de los pueblos es necesaria en lo programático.
Con las UBCH asumimos la radicalización de la Revolución, vamos hacia la transformación estructural del país, hacia la conformación de poderosas tácticas antiimperialistas en el cumplimiento cabal del Plan de la Patria, es definitivo, ¡Vamos al Socialismo Bolivariano y Chavista!
Derrotamos a la MUD, una vez más.” (II Congreso del PSUV: 8 Victorias. Edwin Velásquez. Aporrea, 04/08/14)
En la tentación milenarista y la realidad de una sociedad en traumática transición, el chavismo buscó en este Congreso algunas de las respuestas a una crisis cuyos resoluciones finales encontrará en la vida social y sus movimientos.

Publicado en:
 http://sur.infonews.com/notas/el-chavismo-despues-del-congreso-del-psuv

lunes, 4 de agosto de 2014

LA SOCIEDAD DE LOS LOBOS, por José Pablo Feinmann (para "Página 12" del 03-08-14)



Por José Pablo Feinmann

El capitalismo de las últimas décadas se ha manejado en el modo del vértigo. El capital desterritorializado, la revolución comunicacional, la conquista cultural planetaria de los norteamericanos, el aplanamiento mediático de las subjetividades y la “sociedad transparente” se hizo añicos. El mundo se globalizó en versión estadounidense. Luego, las Torres. Luego, la guerra de Irak. Y todo claro: la “guerra preventiva”, el “ellos o nosotros” de la administración Bush planteó la realidad tal como es: el Imperio es el Imperio y no habla dialectos, no respeta la autonomía de los “polos”, arrasa con las identidades nacionales, los Estados nacionales, la NATO, el orgullo europeo y las vidas iraquíes o las vidas de quienes se le opongan.
No hay política multipolar. El capitalismo es un sistema totalizador. Lo fue desde 1492, cuando nace, y lo es hoy, más que nunca, por medio de la gran revolución de este tiempo, que no es la del proletariado marxista, sino, otra vez, la del burgués conquistador: la comunicacional.
No hace mucho se vio en los diarios una foto (digámoslo suavemente) desagradable: siete ministros de potencias europeas reunidos para, entre otras cosas, representar ante la Argentina los intereses de los acreedores. Eran, sin más, empleados del capital financiero, virtual, desterritorializado, que gobierna el mundo. ¿Ese “polo” no es un “polo”? ¿Esos siete ministros eran lo multipolar o estaban “polarizados” por los intereses de la banca acreedora? Seamos claros: eran un enorme polo acreedor acorralando a un empobrecido, en tanto pequeño polo solitario y deudor.
El capitalismo debiera ser respetuoso con América latina. Nos “descubrieron” (es cierto: nos “descubrieron” para el capitalismo que fue, así, desde sus orígenes, globalizador, sistema-mundo) y el genocidio americano (que permitió incorporar a “esta” periferia al “progreso capitalista”) llegó a sumar decenas de millones de muertos. Y no tuvo (como tuvo Auschwitz) un Adorno para pensarlo, ninguna Escuela de Frankfurt lo señala como una “ruptura civilizatoria”, ningún Kafka lo prefiguró, no tuvo un Primo Levi, un Jean Améry, un Paul Celan, ninguna niña le escribió un “Diario”, describió la cotidianidad de su horror, porque hasta Ana Frank le faltó y, acaso, sobre todo Ana Frank. No le faltó el último filósofo urbano, no académico y, por lo tanto, prolijamente olvidado por la filosofía del Occidente de los papers, de las cátedras ilustres, del lenguaje y sus juegos infinitos, el Occidente académico donde la filosofía se ha refugiado, y donde agoniza. No le faltó Sartre. (“Sartre es uno de los últimos casos en los que la filosofía no estuvo en la Universidad, sino que estuvo presente en la ciudad. Alguien que está en las encrucijadas de la ciudad; de la vida política, de los periódicos. Es uno de los pocos casos y tal vez el último en la historia de la filosofía”, Jorge Alemán, Derivas del discurso capitalista, p. 11, 2003.) En un prólogo “maldito” al libro de un escritor “maldito”, en el prólogo al libro de Fanon, Sartre, A los europeos, ya que a ellos se dirige, les escribe: “Ustedes saben bien que somos explotadores. Saben que nos apoderamos del oro y los metales y el petróleo de los ‘continentes nuevos’ para traerlos a las viejas metrópolis (...) Puesto que el europeo no ha podido hacerse hombre sino fabricando esclavos y monstruos”. Un pensamiento latinoamericano (tarea otra vez posible, insoslayable, que recupere para hoy a Alberdi, Mariátegui, Manuel Ugarte o Vasconcelos) hará de ese texto de Sartre un elemento de su corpus. No de otros: Sartre, en 1961, podía creer en una violencia humanizadora, liberadora. Nosotros no. Tanto conocemos a los asesinos, de tan cerca nos llegó su pestilencia, que el proyecto de nuestra autonomía, nuestro humanismo ontológico, nuestro ser-posibles, abomina de la violencia. Rebeldes, pero no asesinos. Si América latina tiene todavía que hacerse no se hará como se hizo Europa, “fabricando esclavos y monstruos”. Lo que hacemos con nuestras víctimas es lo que hacemos con nosotros, con nuestra condición moral, humana. “Nuestras víctimas (escribe Sartre) nos conocen por sus heridas y por sus cadenas (...) Basta que nos muestren lo que hemos hecho de ellas para que reconozcamos lo que hemos hecho de nosotros mismos.”
En cuanto a la cuestión interna de los países periféricos, lo que más reclaman los sectores de derecha es la “seguridad”. Sobre esto creemos que el Estado debe “poner orden” y garantizarlo pero sin demonizar al delincuente. Sin inhumanizar la represión del delito. Sin soltar los lobos, irresponsablemente. Una sociedad que entrega su destino a la policía termina siendo una sociedad policíaca. Insegura para todos, en la que todos somos delincuentes. Voy, sin embargo, a insistir. Todos queremos seguridad y un orden estable en el cual construir un país. Pero queremos “derechos humanos”, no mano dura, ni “tolerancia cero”. (¿Qué significa “tolerancia cero”? Se supone que si un orden instituido ataca el delito es porque ha decidido no tolerarlo. ¿Qué significa ese “cero”? ¿Hay tolerancia dos, uno y por fin cero? ¿Qué sería “tolerancia dos”? ¿Combatir al delito dos puntos menos? Si hemos decidido “no tolerar” la delincuencia, ¿por qué añadirle un “cero” a esa ya explícita intolerancia? Porque el cero es el número que más se identifica con la nada. Y la nada se identifica con la ausencia total de “algo”. Y si “algo” es el delincuente transformarlo en “nada” es borrarlo de la realidad. Matarlo. “Tolerancia cero” es un eufemismo. Significa “estamos dispuestos a matar”. “Hay orden de matar”. “Matar” es algo incluido como un elemento sustancial y definitorio de este esquema de represión. “No tolerar el delito”, dice una cosa. “Tolerancia cero”, otra. No tolerar el delito es la búsqueda de la recuperación social y humana del delincuente, la creación de establecimientos carcelarios dignos y el concepto éticamente fundante que postula la recuperabilidad de todo ser. Por “monstruoso” que haya sido lo que hizo. No hay, además, sociedad inocente de los “monstruos” que produce. (Sé, de todos modos, que es inútil este camino. Sólo convence a los ya convencidos.) “Tolerancia cero” es no sólo no tolerar el delito sino llevar a un plano subalterno la recuperabilidad del delincuente. El delincuente es un monstruo congénito y no merece tolerancia. Donde se lo encuentre se lo eliminará.
Sin embargo, éste –insisto– no es el camino. Es perder el tiempo. La sociedad argentina de hoy (como tantas otras veces) identifica la seguridad y el orden con la muerte. Convoca, pues, a los profesionales de ese oficio y les pide que actúen. Theodor Adorno –en un texto de 1967– decía que lo mejor para evitar la repetibilidad de Auschwitz era despertar el egoísmo de la gente. Escuche: cuando la persecución se desata no se detiene. Es insaciable. “Sencillamente, cualquier hombre que no pertenezca al grupo perseguidor puede ser una víctima” (Consignas. p. 94). Cuando a los lobos se les arrojan los lobos, ¿sólo matarán a los lobos? Y cuando los maten, ¿quién los detendrá? ¿Quién evitará que sigan matando, que los lobos se transformen en los nuevos lobos? ¿Habrá que buscar “otros” lobos y así interminablemente?

Publicado en:
 http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-252149-2014-08-03.html

MONEDERO: “El consenso sobre Europa se rompió”, entrevista de Mercedes López San Miguel para "PÁGINA 12" del 03-08-14



JUAN CARLOS MONEDERO, POLITOLOGO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID Y REFERENTE DE PODEMOS

En diálogo con Página/12 acerca de los objetivos de la nueva agrupación y la perspectiva de una España en crisis, Monedero cita a Marx bajo la foto gigante del Che Guevara del bar de la Universidad de las Madres en Congreso.


Por Mercedes López San Miguel

El partido español Podemos nació en diciembre del año pasado como la voz de los desencantados e indignados con las formaciones políticas tradicionales. Uno de sus fundadores, Juan Carlos Monedero, reniega de todo encasillamiento y prefiere hablar de un partido que tiene ideas progresistas, pero que puede albergar a personas que no se identifican con la izquierda pura y dura. Monedero, quien hace tiempo fuera asesor de Hugo Chávez, politólogo de la Universidad Complutense de Madrid, estuvo en Buenos Aires participando de varias charlas académicas y dialogó con Página/12 acerca de los objetivos de la nueva agrupación y la perspectiva de una España en crisis.
Monedero cita a Marx y sus palabras acompañan la foto gigante del Che Guevara del bar de la Universidad de las Madres, en Congreso. “Marx anticipó que de cada crisis del capitalismo se sale con un abanico de respuestas más estrecho”, dice el vocero de Podemos. Monedero afirma que su partido se nutrió de la experiencia del movimiento de los indignados. “Venimos de la magia del 15-M, pero también de su limitación asamblearia. La crisis ha servido para evidenciar el alejamiento ciudadano de las fórmulas políticas tradicionales. Por tanto, entendimos que había que inventar algo nuevo que sacara lo mejor de la democracia representativa y participativa, y evitara los errores de ambas.”
¿Cuáles errores? El profesor ensaya una respuesta. “El error de la democracia representativa ya lo resumió Rosa Luxemburgo cuando dijo que el partido sustituye a la sociedad, el comité central sustituye al partido y el secretario general sustituye al comité central. Y a la democracia participativa le ocurre como a las olas con el mar: solamente existe cuando hay viento, capaz de tomar decisiones en niveles bajos de complejidad.”
La consigna de Podemos, que en octubre tendrá su congreso inaugural, es la de capitalizar la crisis y la desaprobación de los partidos políticos históricos, sobre la base de que se acabaron los viejos consensos heredados de la Constitución del ’78. “El consenso sobre la monarquía se rompió por el comportamiento sátrapa del rey. El consenso sobre Europa también se rompió, porque nos mandó un memorándum secreto que invitó al presidente Zapatero a cambiar la Constitución para darle prioridad al pago de la deuda por encima del gasto social. Y Zapatero lo hizo con el apoyo del Partido Popular. Se rompió el consenso territorial con los reclamos autonomistas en Cataluña y el País Vasco que no encuentran solución en la actual carta magna.”
Con respecto al referéndum soberanista de Cataluña, que el gobierno de Rajoy rechaza, Podemos marca su posición. “Estamos a favor del derecho a decidir de los pueblos, pero somos la fuerza genuinamente federalista y creíble. Entendemos que una España federal tiene que descentralizar las instituciones del Estado; sacarlas de Madrid. Pero no queremos que nadie se vaya.”
Monedero toma del intelectual argentino Ernesto Laclau el concepto de populismo, contrario al sentido negativo que le atribuyen otros pensadores. “Para construir nuevos consensos tenemos que apelar a la gente. Ahí nos ayudó la experiencia en América latina. El momento populista significa que las instituciones existentes ya no funcionan, y a fin de que otras instituciones aparezcan se apela a la ciudadanía.” En concreto, Podemos plantea la convocatoria a una Asamblea Constituyente de la que surja una nueva Constitución.
A la hora de las definiciones, el portavoz de Podemos evita encerrarse en la categoría de izquierda. “El continuum derecha-izquierda ha perdido sentido, somos conscientes que para el grueso de la ciudadanía significa muy poco ser de izquierda o de derecha.” Monedero afirma que tienen ideas progresistas, contra el neoliberalismo, pero que se alejan del postulado de la izquierda tradicional de estatizar los medios de producción. “El Estado no tiene que ser dueño de una peluquería, ni de un bar, no parece sensato. Tenemos que pensar en un sector público no estatal, en términos de economía social, autogestión.”
Podemos saltó a la fama en las elecciones europeas de mayo, cuando este partido que se dice transversal, con un electorado de distintas edades y clases sociales, obtuvo cinco bancas en el Europarlamento. Pablo Iglesias, la cara visible de Podemos, se hizo conocido internacionalmente. “En unos meses nos hemos convertido en la tercera fuerza política en España. Todas las encuestas nos dan así, a más de diez puntos de distancia de Izquierda Unida y muy cerca del PSOE. Hemos emergido con mucho apoyo popular”, afirma orgulloso.
Felipe González alertó sobre el avance del chavismo o bolivarianismo, asociándolo a Podemos. “Ha dicho que somos los populistas bolivarianos. El no es el ex presidente, es el consejero de Gas Natural, y asesor de Carlos Slim, es hoy una caricatura de aquel que emocionó a los españoles.” Monedero niega que Podemos reciba financiamiento del gobierno venezolano. “Sería ilegal. Por tanto, a nosotros nos financia la gente, las cuentas las tenemos en Internet, les pedimos dinero para objetivos concretos. Hace poco pedimos diez mil euros para presentar una querella contra una dirigente del PP y un periodista por acusarnos de ser de ETA y de recibir fondos de Venezuela. En tres horas recaudamos 16 mil euros. Los ataques que recibe Podemos son desmesurados.”
Se dice que Pablo Iglesias será el candidato presidencial de Podemos en las futuras elecciones generales. Falta un año y medio. Mucho aún. Coincide con la notoriedad de Iglesias la irrupción de un líder del Partido Socialista –Pedro Sánchez– con edad similar, y un mensaje renovador para un electorado desencantado. Sánchez ya dijo que espera seducir a los votantes de Podemos. Monedero lo minimiza. “Somos la referencia de la oposición. El PSOE y el PP coinciden en las cuestiones fundamentales. Nosotros aceleramos la abdicación del rey y la renuncia del secretario general del PSOE, Rubalcaba. Hemos obligado a todas las formaciones a hacer primarias, y de repente nuestro discurso las obliga a confrontar.”
El discurso surgido de una de las peores crisis de España. con un desempleo record, es crítico del salvataje de los bancos. Monedero esboza algunas medidas económicas que implementarían. “Hay una deuda ilegítima; hay mucho dinero en paraísos fiscales. Tendríamos que operar contra los fraudes fiscales. Necesitamos industrializar a España para generar empleo. Debemos incrementar las ayudas públicas a investigación, desarrollo e innovación. Y el sector publico tiene que apostar invirtiendo más allá del sector turístico porque genera una dependencia peligrosa. El dinero del fraude fiscal (25 por ciento del PIB) tiene que convertirse en una palanca de incentivo industrial dirigido a la pequeña y mediana empresa.”

mercelopez@pagina12.com.ar
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