sábado, 11 de julio de 2015

EL PAPA PERONISTA, por “The Economist” del 11-07-15



Arriba: Rafael Correa con Francisco

[NOTA DE LA EDICIÓN:
Mirando hacia adentro ofrece una traducción textual e íntegra de la nota de The Economist, y si bien algunos conceptos vertidos resultan un tanto extraños, nos pareció interesante reflejar como trata de verlo a Francisco un medio británico bastante conservador. Para The Economist, el Papa más antisistema en mucho tiempo sería un oculto líder de la Restauración. Nos parece excesivo]

"BALANCE DE LA ACCIÓN DE FRANCISCO EN AMÉRICA LATINA

Si se puede aplicar el término a un prelado de 78 años de edad, que ha convertido la falta de ostentación en un arte, entonces Papa Francisco es una estrella de rock. O al menos eso es como está siendo recibido en América Latina esta semana. Cientos de miles han aparecido para misas al aire libre en el Ecuador, junto a más que lo siguieron en Bolivia y Paraguay. Sin embargo, la gira de ocho días -el más largo viaje al extranjero hasta ahora en este papado y el primero a la América de habla española- no puede hacer más que subrayar la popularidad en su región natal de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano. Esto puede añadir definición política a su papado.

Siendo el hogar del 40% de los católicos del mundo, América Latina ha experimentado un rápido avance del protestantismo evangélico en los últimos 40 años. Sin embargo, según el Centro de Investigación Pew -un grupo de expertos en los Estados Unidos- Paraguay (donde el 89% son católicos), Ecuador (79%) y Bolivia (77%) siguen siendo bastiones de la fe, junto con Colombia y México.

El objetivo más obvio del Papa es mantenerlos de esa manera al hacer a la Iglesia más acogedora y relevante. En Guayaquil, en Ecuador, en una misa que celebraba la familia ("el mejor capital social") habló de su preocupación por los excluidos de ella, una referencia a la batalla silenciosa que está librando por lograr más tolerancia hacia las parejas gay y divorciadas. El tema será tratado por un sínodo en octubre.

Los tres países que va a visitar son todos bastante pequeños y pobres, con grandes poblaciones amerindias. Ellos fueron escogidos cuidadosamente. Francisco, que solía ser un sacerdote jesuita en Argentina, valora el trabajo pastoral con los marginados de la sociedad, respeta la piedad popular y promete una "Iglesia pobre, para los pobres".
   
Sus palabras tienen seguidores entusiasmados en la teología de la liberación, un conjunto de ideas de izquierda que fueron influyentes en América Latina en los años 1970 y 1980. Francisco aceleró la beatificación, que tuvo lugar en mayo, de Óscar Romero, arzobispo salvadoreño que fue asesinado a tiros por un escuadrón de la muerte derechista mientras celebraba misa en 1980, y que es un héroe de la izquierda.

Sin embargo, el padre Bergoglio siempre rechazó el marxismo y la revolución violenta, que algunos sacerdotes de izquierda apoyaron. En lugar de abrazar la teología de la liberación, él la está reinterpretando para una era post-marxista. La  "opción [de Romero] por los pobres no es ideológica, sino evangélica", dice el Vaticano. Las críticas del Papa al capitalismo de libre mercado, armonizan tanto con la doctrina social católica tradicional y como con el peronismo, movimiento político populista nacionalista de Argentina, del que el estuvo cerca.

Dos de los anfitriones del Papa, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el de Bolivia, Evo Morales, son aliados de izquierda dura del régimen autoritario de Venezuela. Proclaman que van a tomar de los ricos para dárselo a los pobres, mientras que silenciosamente acallan a la oposición. Correa, que se hace llamar un "izquierdista cristiano", señaló públicamente esta semana que el Papa realiza una copia de sus políticas. En un reproche apenas velado a su anfitrión, el Papa hizo hincapié en el valor del pluralismo y advirtió contra "dictaduras, culto a la personalidad y el afán de liderazgos individuales".

Francisco ya ha demostrado ser un papa altamente político. Su apoyo fue crucial en las conversaciones secretas que llevaron a un deshielo diplomático entre Estados Unidos y Cuba. Cuando se vuelvan a abrir las embajadas a finales de este mes después de 54 años, él puede reclamar parte del crédito. Él recibió cinco veces al presidente de Argentina, Cristina Fernández, una peronista a quien se enfrentó cuando era arzobispo de Buenos Aires.

Con una elección presidencial en octubre (en la que Fernández misma no se puede presentar), estas reuniones han provocado quejas de los opositores. Pero el Papa es "muy sutil en el ejercicio de influencia en la Argentina", dice Sergio Berensztein, politólogo. Su objetivo al recibir a Cristina Fernández es fomentar un traspaso democrático suave, evitando la violencia y el caos que han marcado las transiciones políticas en Argentina en el pasado.

Algunos observadores temen que el Papa esté exagerando su acción política. Su plan para ir a Cuba, durante cuatro días-en septiembre en el camino a los Estados Unidos puede enfadar a los republicanos y el riesgo de socavar la mitad de ese viaje a América.

La mayor prueba de habilidad política de Francisco será si él puede ayudar a lograr una transición pacífica y democrática en Venezuela, donde el gobierno impopular de Nicolás Maduro se enfrenta a la derrota probable en las elecciones parlamentarias de este año, si es que son libres y justas. "Detrás de escena él está tratando de hacer todo lo posible en Venezuela para desactivar la confrontación", dice Jimmy Burns, autor de una próxima biografía de Francisco. Se espera que esto incluya esta semana la aplicación de presión sacerdotal a los aliados del señor Maduro, los Presidentes Correa y Morales."

   

Publicado en:
http://www.economist.com/news/americas/21657401-franciss-balancing-act-latin-america-peronist-pope

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